Aplazada la regulación laboral del servicio doméstico
Un millón de trabajadores del servicio doméstico -según el cálculo de Marcelino Camacho, líder de CCOO- tendrán que esperar a que el Gobierno lleve al Parlamento la regulación de su situación laboral, tras ser rechazada ayer por la Comisión de Trabajo del Congreso la correspondiente proposición de ley de los comunistas. La controversia fue protagonizada por Marcelino Camacho y la diputada centrista canaria María Dolores Pelayo, que defendió un marco más amplio para la regulación del servicio doméstico, y a la que el diputado comunista acusó humorísticamente de «no haber roto un plato en su vida».En la votación, se alinearon a favor de la propuesta comunista la izquierda y los grupos nacionalistas (en total quince votos) frente a UCD y CD que contabilizaron dieciocho.
El señor Camacho aludió a la discriminación doble que padecen las mujeres dedicadas al servicio doméstico y censuró al Gobierno por no haber cumplido la promesa legal de regularlo. La señora Pelayo defendió una regulación del servicio doméstico dentro de un contexto más amplio, cual es el estatuto de los trabajadores.
