Inquietud en Suiza por las subidas de precios

La tasa de inflación en Suiza ascendió en el mes de mayo al 0,4 %, frente al 0,3 % en abril. En los últimos doce meses (de mayo de 1978 a mayo de 1979), el porcentaje de inflación se eleva al 2,8 %. Más que los porcentajes registrados hasta ahora, las autoridades y los consumidores están preocupados por las tendencias inflacionistas que pueden observarse. El alza del costo de la vida en Suiza durante todo el año 1978 fue de sólo el 0,7 %.

La curva demuestra que el incremento de la inflación se produjo principalmente en los tres primeros meses de 1979, fenómeno al cual no es ajeno el alza del petróleo, y sus derivados, especialmente aquellos que se emplean en la calefacciónAlzas petrolíferas

Desde ayer, la ESSO y la British Petroleum aumentaron en cinco céntimos el precio del litro de la gasolina; la Migrol, en cuatro, y la Shell estudia un nuevo reajuste. Con esta elevación, se cumplen cuatro alzas consecutivas en lo que va del presente año, sin que se vislumbre una estabilización de precios. Los ejecutivos de la ESSO han afirmado que no se trata de un problema de escasez de gasolina, sino de los precios que se pagan en la frontera por el aprovisionamiento, lo que haría que en las próximas semanas se registren nuevas alzas de la gasolina, estimadas en dieciséis céntimos más por litro.

Las asociaciones y federaciones de consumidores, fuertemente estructuradas y con bastante poder en este país, reunieron 130.000 firmas para pedir al Gobierno y al Parlamento nuevas medidas de vigilancia de los precios en general. Esta acción no sólo se referirá a la gasolina, sino también a los medicamentos, que experimentarán un ajuste de precios en el mes de septiembre, según se ha filtrado del propio seno de algunas multinacionales de la farmoquímica.

La instauración de nuevas medidas de vigilancia de los precios se justifican suficientemente, frente a la arrogancia de las compañías petrolíferas, afirman las asociaciones de consumidores, que abogan, a través de su iniciativa, por un mayor control sobre los precios que fijan las empresas que ocupan una posición dominante en el mercado helvético.