Los británicos tendrán que reducir el consumo energético

El ministro británico de Energía, David Howell, pidió ayer al país una reducción de al menos un 5 % en el consumo de combustibles.

Howell aclaró que el Gobierno no es partidario de introducir restricciones, ya que confía en la colaboración de los consumidores, y agregó que los pozos petrolíferos del mar del Norte no ofrecen una alternativa favorable para el país, por lo que la actual crisis del crudo en Gran Bretaña no debe considerarse como transitoria.

La petición del ministro británico se produce poco después de que las compañías petrolíferas anunciaran un recorte de un 5 % en sus suministros habituales de crudo, con el fin de crear una reserva suficiente de cara al próximo invierno.

El ex primer ministro y líder del Partido Laborista, James Callaghan, pidió al Gobierno que haga públicas las directrices de su política en materia energética ante la actual situación que afecta al país.

En un mensaje enviado a la residencia de la primera ministra, Margaret Thatcher, Callaghan manifestó estar «preocupado y atónito» por el silencio del Gobierno ante la crisis que está afectando a la industria, las comunicaciones, la agricultura y el turismo.

Varias compañías turísticas revelaron que en las últimas semanas se han cancelado numerosas reservas hoteleras, especialmente en las zonas rurales, en vista de que son muchas las personas que temen no poder conseguir gasolina suficiente para marcharse de vacaciones.

Algunas gasolineras del país permanecen desde hace semanas cerradas al público.

Por otro lado, se informó ayer que el Gobierno de la República Federal de Alemania está negociando con el Gobierno británico la posibilidad de aumentar sus importaciones de petróleo con origen en el mar del Norte.