Los constructores piden la restitución de los coeficientes de inversión de las Cajas

La Asociación Nacional de Promotores-Constructores de Edificios difundió ayer un comunicado en el que, a partir del análisis de la evolución del sector durante el pasado año, se señalan las graves dificultades de financiación en que se encuentra inmerso el sector en la actualidad, tanto en lo que se refiere a los compradores como en lo referente a las propias empresas constructoras. Los promotores de edificios denunciaron la pasividad del Gobierno frente a los problemas que les afectan y llamaron la atención sobre las graves consecuencias que el hundimiento de la actividad constructora puede acarrear.Los empresarios culparon especialmente al Gobierno de mantener la política monetaria con criterios drásticamente restrictivos, provocando con ello graves tensiones de liquidez en las empresas del sector. Frente a esta dureza con el sector privado -señalaron los representantes de la asociación-, siguen destinándose inaentes cantidades de recursos a financiar las empresas públicas y de servicios, incrementando incesantemente los déficit presupuestario y del sector público. Las críticas empresariales fueron especialmente dirigidas al vicepresidente económico.

Respecto a los resultados de 1978, la evolución del sector de construcción de edificios es calificada de mejoría relativa, indicando que no se ha solventado ninguna de las graves deficiencias que le afectan. La inversión global del sector superó los 1.348 millones de pesetas. Esta cifra supone el 12,36 % del producto interior bruto y el 63,5 % de la formación bruta de capital fijo. El sector emplea actualmente a un 10% de la población activa y soporta un índice de desempleo del 30%, que es el más alto del país en comparación sectorial.

Para solucionar la grave coyuntura que afecta al sector, los empresarios proponen una serie de medidas urgentes y otras a medio plazo. entre las que destacan el restablecimiento a los niveles anteriores al mes de julio de 1977 de los coeficientes de inversión obligatoria en préstamos de regulación especial de las cajas de ahorro y la asignación de mayores recursos al Banco de Crédito a la Construcción. También proponen la reducción de los tipos de interés de los préstamos libres para la adquisición de viviendas a un máximo del 13%. Los empresarios demandan también que la banca privada (dos tercios del sistema financiero) se incorpore a los mecanismos de financiación a largo plazo de las viviendas, descargando de parte del peso que deben soportar las cajas (un tercio del sistema) en estos momentos. Asimismo, los constructores proponen el establecimiento de un coeficiente específico equivalente a dos puntos porcentuales de las cuentas acreedoras de los bancos y cajas de ahorro, destinado a la financiación de viviendas.

En otro orden de cosas, los empresarios sugieren la extensión por un período de cinco años de los beneficios fiscales de que gozan actualmente los edificios de viviendas de protección oficial a los de las viviendas libres de hasta 125 metros cuadrados. Otro punto en el que los empresarios insisten en sus peticiones es en la configuración de un mercado activo de hipotecas, como medio de reforzar las posibilidades de financiación de la adquisición de viviendas.