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Barricadas y graves incidentes en Pamplona y Guipúzcoa

El tráfico en los barrios de Pamplona permaneció cortado desde la mañana del pasado lunes hasta primeras horas de la noche de ayer cuando la Policía Nacional estaba realizando una operación especial para limpiar todas las calles de la ciudad y los accesos a la misma.

Por otra parte en el casco viejo de Pamplona, la policía tuvo que emplear un importante contingente para disolver a grupos de manifestantes colocados detrás de barricadas formadas con materiales de obra, y a partir del mediodía y hasta las diez de la noche, las furgonetas policiales patrullaron continuamente por las calles más céntricas de la parte vieja de la capital navarra, para evitar que se levantaran nuevas barricadas.

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Durante los enfrentamientos con la policía, al menos siete personas fueron detenidas acusadas de lanzar objetos contundentes a las FOP. Unas veinte personas tuvieron que ser atendidas en los centros hospitalarios de resultas de golpes recibidos en los enfrentamientos.

Por otra parte al menos doce ayuntamientos navarros se habían adherido ayer a los acuerdos adoptados por los municipios de Tudela y Pamplona en el sentido de exigir la inmediata retirada de las Fuerzas de Orden Público de Euskadi.

En Guipúzcoa. el paro afectó a la industria, sector de servicios y enseñanza en su totalidad. La capital. San Sebastián aparecía desde la mañana casi desierta y sus calles ofrecían un aspecto desolador. Los escasos transeúntes que podían verse a primera hora se dirigían a los pocos comercios que aún se encontraban abiertos. Taxis y autobuses no circulaban. No salieron a la calle los diarios La Voz de España y Unidad. Radio Popular no emitía su programación en tanto que Radio San Sebastián sólo difundía música. Los empleados de la Diputación y el Ayuntamiento también se habían sumado al paro.

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Idéntica situación se produjo en la inmensa mayoría de las localidades guipuzcoanas. En Zarauz, Rentería y Mondragón se llevaron a cabo manifestaciones populares. En la última población, un grupo de jóvenes se dirigió hasta las oficinas locales de Iberduero, donde lanzaron piedras contra las lunas y contra un vehículo de la empresa que estaba aparcado en la puerta. En aquélla y en otras localidades se registraron también enfrentamientos entre los manifestantes y la Policía Nacional.

Los incidentes se iniciaron en San Sebastián hacia las nueve y media de la mañana. Un millar de personas la mayor parte empleados de banca, se manifestaron por la avenida de la capital antes de dispersarse en grupos. A partir de este momento se sucedieron los asaltos y conatos de manifestación en los barrios de Gros. Amara Vieja y Eguía (en el que residía Gladis del Estal), que se generalizaron luego en toda la capital. Las barricadas la mayor parte de grandes dimensiones y en llamas, hacían imposible la escasa circulación en todo el casco urbano y accesos. Los enfrentamientos entre manifestantes y la Policía Nacional, que utilizó abundante material antidisturbios, se repitieron hasta bien entrada la noche. En los mismos se registraron dos heridos de cierta consideración: Ildefonso Urra, herido por pelota de goma en el oído, y Javier Arratibel, al que alcanzó otra pelota de goma en un ojo. Ambos fueron internados en centros hospitalarios, donde se practicó al segundo una delicada operación para evitar la pérdida de la vista.

Vizcaya: menor tensión

En Vizcaya el paro fue también prácticamente generalizado, en lo que se refiere a industria, en las dos grandes márgenes del Nervión, y en la zona de Guernica y Duranguesado. La inactividad fue total en el puerto y la ría. En la mayor parte de las localidades vizcaínas los bares y comercios fueron cerrados desde media mañana. En un alto porcentaje de escuelas y colegios no hubo clase por la tarde. En Erandio (margen derecha) y Ba sauri se llevaron a cabo concentraciones en las que se analizaron los hechos de Tudela.

Una concentración similar se celebró a media mañana en El Arenal, de Bilbao, que aparecía —al igual que otras zonas de la capital, totalmente ocupado por la Policía Nacional. Pequeños grupos protagonizaron luego asaltos y carreras en algunos puntos de la ciudad. A primera hora de la tarde comenzaron a cerrar los comercios y bares de Bilbao y dejaron de funcionar los autobuses y los trenes de cercanías. Mil quinientas personas se concentraron a las ocho de la noche en el parque de El Arenal. Posteriormente, grupos numerosos recorrieron las calles principales de la ciudad, donde se colocaron numerosas barricadas. La Policía Nacional cargó con dureza, lanzando abundante material antidisturbios.

En Álava paró la capital

En Álava, el paro fue algo inferior al registrado en Vizcaya y Guipúzcoa. No obstante, quedó paralizado el cinturón industrial de Vitoria, produciéndose también paros importantes en Salvatierra y Llodio. Los servicios funcionaron con normalidad por la mañana. Comercios y bares, que habían abierto, fueron cerrando a medida que avanzaba la tarde.

A las doce del mediodía, entre 5.000 y 6.000 personas se manifestaron en el trayecto existente entre las plazas de Bilbao y la Virgen Blanca. En este punto se dio lectura a un comunicado, firmado por fuerzas políticas y sindicales, en el que se pedía la dimisión del gobernador de Navarra y responsabilidades a los autores de la muerte de Gladis. No se produjeron incidentes.

Por la tarde, unas 10.000 personas se manifestaron por diversas calles de la capital alavesa. La mitad de la concentración se desvió posteriormente hasta el Gobierno Civil, en donde los presentes fueron dispersados por la fuerza pública.

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