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Tensión en varias ciudades por numerosas amenazas de bomba

Madrid y numerosas ciudades españolas vivieron ayer y el domingo bajo una fuerte tensión, como consecuencia de las numerosísimas amenazas de bomba que se produjeron en lugares públicos, y de diversos atentados que llegaron a materializarse. En ninguna ocasión llegaron a producirse víctimas ni tampoco resultó cierta ninguna amenaza de colocación de explosivos.

En Madrid, las amenazas se efectuaron principalmente contra colegios, escuelas, mercados e incluso el Hospital del Aire, que hubieron de abandonar unos cien internos mientras los artificieros hacían comprobaciones. En la cafetería Manila de la calle de Goya, de Madrid, a un centenar de metros del lugar del atentado del sábado, la policía hizo estallar con un cebo un falso artefacto explosivo.Otros lugares amenazados en Madrid fueron los juzgados situados en la plaza de Castilla, El Corte Inglés, mercado de Ibiza, Instituto Bibliográfico Hispánico, Instituto Santamarca, Escuela de Arquitectura, Colegio de las Irlandesas, Editorial Espasa-Calpe y uno de los edificios de la Ciudad de los Periodistas, en esta ocasión el domingo por la tarde. Todos los edificios fueron desalojados y registrados por unidades de artificieros, siempre con resultado negativo.

En el capítulo de atentados está el incendio provocado de una furgoneta del diario vasco Deia, en Bilbao, en la madrugada del domingo, que ardió completamente junto a las instalaciones del periódico. Otro incendio provocado fue el de la vivienda del dirigente del Partido Socialista de Andalucía José Manuel Castillo Pacheco, en Málaga, donde ardió todo el mobiliario. Era la cuarta vez que se intentaba el atentado, y se da la circunstancia de que al edificio no se puede entrar por la noche sin el consentimiento de un vecino o forzando la puerta, circunstancia esta que no se dio.

También fueron asaltadas cuatro sedes de partido: la del Movimiento Comunista en Albacete, donde se destruyó el mobiliario, se robó el fichero y se hicieron pintadas ultraderechistas; las del PCE y la Alianza Regional de Castilla-León (ARCL), estas dos en Burgos, en pleno centro de la ciudad, y la del PCE en Gijón (Asturias).

El local comunista de Burgos fue tiroteado con cuatro disparos, que atravesaron las ventanas y la puerta. No había nadie dentro. En la sede de ARCL, varios desconocidos entraron por un balcón y destrozaron todo en su interior, derramaron por el piso botes de pintura y bebidas que había en el bar y robaron un equipo de megafonía completo. La sede del PCE en Gijón fue incendiada.

En San Sebastián, un policía nacional logró descubrir a tiempo un artefacto de unos dos kilos de goma-2, puesto bajo una de las ruedas de su automóvil particular. El paquete fue retirado por especialistas artificieros y hecho estallar en un descampado próximo.

En otras ciudades se produjeron también múltiples amenazas de bombas, todas las cuales resultaron falsas. En Málaga hubo de ser desalojada la sede de Correos y Telégrafos, entre otros varios edificios públicos amenazados en la ciudad. En Zaragoza hubo de ser desalojada una colonia de residencia de jefes y oficiales del Ejército del Aire, igual que en un amplio local de hostelería situado a espaldas de la plaza de España.

También tuvieron que ser desalojadas una discoteca en Masalves y dos cines en Alberique (Valencia), tres salas de fiesta en Santander y sedes de organizaciones políticas y sindicales, así como cafeterías, en Valladolid.

Entre otras amenazas, cabe destacar la que se produjo ayer contra la sede de la Asociación de la Prensa de Madrid, donde una voz anónima dijo por teléfono: «Ahora os toca a vosotros. La próxima bomba estallará ahí.» En la sede del PCE en Basauri fueron denunciados dos individuos que trataron de armar camorra durante un baile. Por último, una autodenominada Falange Negra Exterminadora se atribuyó ayer el atentado contra la sede del PSUC en Rubí (Barcelona).

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