Desconcierto y falta de coordinación en la puesta en marcha del Ayuntamiento

La puesta en marcha del nuevo Ayuntamiento democrático de Madrid se está caracterizando, de momento, por un gran desconcierto y una manifiesta falta de coordinación entre sus principales dirigentes. Las primeras muestras -desmentidas oficialmente por los interesados- han surgido a raíz de declaraciones del alcalde sobre el posible ensayo de regulación de la circulación privada por la ciudad y sobre la posibilidad de que la primera reunión de la Comisión Permanente (órgano de gobierno del municipio) sea pública -tal como previene la ley Electoral- o a puerta cerrada. Paralelamente, después de más de un mes de haberse constituido legalmente el Ayuntamiento, faltan por nombrar aún cinco de los doce delegados de servicio, nombramientos que ha de conocer el pleno municipal y que se esperaba lo hiciera en una sesión extraordinaria la semana pasada.

Hoy por la mañana se reúne, por vez primera, la Comisión Municipal Permanente del Ayuntamiento de Madrid, después de que haya transcurrido más de un mes desde que se constituyó la Corporación. Los asuntos que se contienen en el orden del día previamente distribuido por el gabinete de prensa municipal son todos ellos de trámite y, la mayoría, acumulados en los últimos meses. En principio, no parece que revista excesivas dificultades políticas la aprobación de prácticamente todos los temas que lo componen, sin que exista un concierto previo entre el poder y la oposición municipales.Sin embargo, ayer por la mañana, el Ayuntamiento de Madrid, a través de su gabinete de prensa, comunicaba a los medios informativos que la reunión de la Comisión Permanente, contra lo que indica la ley Electoral, iba a ser a puerta cerrada. Es decir, contra lo predicado por los nuevos dirigentes municipales, el cocedero de habas del municipio, tal como se le denominaba antaño, seguiría siendo una cuestión privada, a dilucidar entre los concejales, a solas. Ahora sería con la ausencia de los delegados técnicos de servicio, no concejales, desposeídos, a partir de la ley Electoral, de su condición política.

Pero parte de los representantes del poder municipal insistían en que la reunión de la Comisión Permanente era pública. Según la explicación oficial, recibida por EL PAIS, el malentendido parte de algún funcionario que creía que todo seguía funcionando «como antes». Con todo, la desconexión existente entre los funcionarios y los políticos que han de controlar su labor es evidente, puesto que, según parece, la comunicación dada al gabinete de prensa de que la reunión era a puerta cerrada partió de un alto funcionario, sin conocimiento previo por parte de los políticos.

Ayer por la mañana, los concejales responsables políticos de las distintas delegaciones, con sus delegados técnicos, más los tres tenientes de alcalde, se reunieron con el alcalde, Enrique Tierno, en lo que, según fuentes municipales, se va a constituir como «gobierno de la ciudad»; es decir, el foro donde, a puerta cerrada, como en la antigua comisión municipal de gobierno, se discutirán los temas que no interesa que trasciendan al público.

Este tipo de reuniones de responsables políticos y técnicos con el alcalde se celebrarán todos los lunes y servirán para «coordinar la acción de todos los responsables de áreas municipales y evitar el peligro de colisión en las actividades de cada uno de los componentes del gobierno municipal», según fuentes del Ayuntamiento.

En la reunión de ayer, se pusieron sobre la mesa todas las manifestaciones que, a título personal -se destacó- han hecho, durante el último mes, algunos de los concejales y responsables de las distintas áreas de competencia que, en su mayor parte, no estaban avaladas por planes municipales concretos. La reunión intentó evitar las interferencias que se han producido hasta ahora y, para ello, se propuso que fuera el gabinete de prensa quien canalizara toda la producción informativa, para lo cual todas las delegaciones deberían enviar, cada martes, un informe sobre las actividades desarrolladas a lo largo de los últimos siete días.