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La Agencia Internacional de la Energía estudiará, a partir de mañana, situación petrolífera

La compleja situación de los mercados petroleros mundiales, la viabilidad de los programas de reducción de consumos energéticos, los volúmenes de stocks nacionales de productos petrolíferos y el estudio de fuentes alternativas serán probablemente los temas a los que el Consejo de Ministros de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) dedique mayor atención en el curso de la reunión, que mañana y pasado celebrarán en París. Además, los ministros encargados de las cuestiones energéticas de los veinte países miembros examinarán las posibles repercusiones de un nuevo alza de los precios del petróleo en vísperas de la conferencia plenaria de la. OPEP convocada para el próximo 26 de junio en la ciudad de Ginebra.

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Intentos frente a la crisis

Esta reunión de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) a nivel ministerial es la tercera que celebra el organismo con tal rango desde su fundación. Periódicamente, las delegaciones y representantes permanentes de los veinte países miembros se reúnen para examinar los temas de actualidad en el ámbito energético. La última de dichas reuniones se celebró en marzo, y en ella se aprobaron una serie de recomendaciones instando a que los países industrializados redujesen sus consumos petrolíferos en torno al 5% durante el presente año. Ninguna de estas recomendaciones -ni las anteriormente formuladas- han sido secundadas posteriormente en la práctica por los respectivos Gobiernos, a pesar de que sus representantes sí las avalan en las sesiones de debate de la Agencia. Esto confiere a las reuniones del organismo un cierto carácter de estamento consultivo, sin ninguna capacidad ejecutoria.Por parte española, la delegación asistente a la conferencia estará encabezada por el ministro de Industria y Energía, Carlos Bustelo, e integrada por la práctica totalidad de altos cargos de la Comisaría de la Energía.

Entre los temas a debatir en París ocupa un lugar preferente el estudio de las posibles repercusiones de la próxima conferencia plenaria de la OPEP (Organización de Países Productores y Exportadores de Petróleo), convocada para el 26 de junio en Ginebra. Los países productores parecen dispuestos a incrementar los precios de los crudos entre un 5% y un 7% -a juicio de los expertos norteamericanos- durante el segundo semestre del año y muy probablemente a adoptar acuerdos definitivos en el sentido de limitar sus actuales cifras de producción. De hecho, los precios de los crudos en los mercados internacionales son ya muy superiores a los acordados por la OPEP en marzo pasado en Ginebra. Por otra parte, Irán comunicó ayer a sus principales clientes que en los próximos meses deberán reducir en un 15% sus pedidos de crudos. Esta amenaza de reducción en las exportaciones es interpretada por los expertos como un deseo de los productores de continuar forzando el mercado y destinar cada vez mayores cantidades de crudo al mercado spot (entrega inmediata), en el que los precios se rigen por mecanismos especulativos y alcanzan ya los 35 dólares el barril (el precio OPEP es de 14,5 dólares).

Al margen de la consideración sobre las posibles repercusiones de un nuevo aumento de precios, los ministros responsables de la energía de los veinte países de la AlE reiterarán sus discusiones sobre la necesidad de implantar programas de ahorro energético en los países industrializados, cuantificado en torno al 5% en la última reunión y que probablemente será incrementado en la que mañana se inicia, a pesar de que ninguno de sus miembros ha desarrollado actuaciones efectivas al respecto.

Otro de los temas capitales de las reuniones de la Agencia es el de los; stocks de productos petrolíferos -crudos y derivados- asignados a cada país como medio de prevenir una eventual crisis estratégica.

En definitiva, lo que la Agencia tratará de definir en las dos jornadas de reuniones es un programa efectivo de reducción de la demanda de petróleo -ya diseñado en marzo- con objetivos centrados en 1985. Las bases de este programa serían, además de las ya mencionadas en lo referente ¡al ahorro energético, el desarrollo de mecanismos para la conservación de la energía disponible, el perfeccionamiento de las actuales tecnologías de las fuentes alternativas -nuclear y solar, básicamente- y el estudio de nuevas fuentes. Uno de los sectores que: pudiera ser objeto de detenido estudio en la conferencia es el del carbón, con vistas sobre todo a una intensificación en su consumo y a un mayor aprovechamiento de sus posibilidades energéticas.

La energía nuclear, tradicionalmente avalada por la Agencia, topará en esta oportunidad con una serie de problemas accesorios que van desde la repercusión psicológica que a nivel mundial provocó el accidente de Harrisburg (Estados Unidos), hasta la obsolescencia tecnológica de determinadas centrales, con las implicaciones comerciales y financieras que ello comporta. De alguna manera, tras la polémica nuclear subyace una pugna entre multinacionales, en opinión de muchos expertos en la materia.

El papel de las multinacionales

La reunión de París se celebra coincidiendo prácticamente con la resolución del Consejo de Ministros de Energía de la Comunidad Económica Europea (CEE), en el sentido de denunciar la actitud de las grandes multinacionales petrolíferas -las siete hermanas- en el contexto de la crisis. Los recelos hacia las multinacionales son curiosamente compartidos por productores y consumidores, con las lógicas excepciones de aquellos países en cuyo seno se albergan las grandes compañías. En este sentido, no se descarta que Estados Unidos pueda forzar una resolución neutra respecto al tema o, al menos, intente impedir que triunfe en las reuniones cualquier moción condenatoria que afecte a los intereses de las siete hermanas. Algunos países integrados en la AIE se han mostrado partidarios de la creación de una comisión investigadora respecto a las prácticas comerciales de las grandes multinacionales y han postulado la adopción de una serie de medidas a nivel mundial, encaminadas a fomentar la transparencia creciente en el mercado de crudos petrolíferos. Uno de estos países, concretamente Suiza, pudiera presentar alguna propuesta oficial al respecto en la reunión de París, según informa nuestro corresponsal en Ginebra, .

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