La indumentaria, factor importante para correr la maratón

A falta de 48 horas para la maratón popular de Madrid, la indumentaria a llevar durante la carrera ya tiene que estar designada. Las zapatillas tienen que ser las mismas con las que cada participante se entrenó, mientras que para la camiseta y el pantalón debe buscarse la amplitud. Estas prendas conviene lavarlas previamente con suavizante.Las zapatillas son el objeto clave para el éxito o fracaso de una maratón. Las hay especiales para carreras de gran fondo, pero con cualquiera que se adapte bien al pie se puede correr. Lo importante es que no produzcan rozaduras. El modo de prevenirlas es colocar sobre las zonas posibles al roce unas tiritas y recortar al máximo el esparadrapo el día de la carrera. Según el tipo de zapatillas, se puede usar calcetín o prescindir de él. Si se utiliza, no tiene que tener costura ni fibras sintéticas.

Igual puede decirse de la camiseta y el pantalón. Deben ser de hilo o algodón y, preferentemente, de colores claros, para paliar los efectos del calor. Ambas prendas tienen que ser amplias. Lo mejor es la camiseta sin mangas y el calzón con la pernera abierta y larga, con el fin de evitar rozaduras. Bajo el pantalón puede llevarse braga de señora. Es conveniente lavar toda la indumentaria con suavizante el día anterior a la carrera.

Hay que prestar también atención a los cuidados al propio cuerpo. La noche antes de la prueba conviene introducir una esponja empapada en alcohol en la puntera de las zapatillas, que evitará rozaduras y molestias en los dedos de los pies, también puede echarse de manera líquida y directamente antes de la carrera. Si se usan calcetines, al ponerlos es bueno echar en su interior polvos de talco. Las ingles deben recibir un cuidado especial, al igual que las axilas; el constante roce llega a provocar heridas sangrantes; la aplicación de un bálsamo o vaselina antes de la salida podrá, al menos, retardar su aparición.

Una vez en carrera, la zancada debe ser regular y económica; hay que procurar no golpear el suelo al caer. Esto se puede medir con arreglo al ruido que produzcan las pisadas sobre el asfalto. Si se tiene sed hay que beber, pero nunca hasta saciarse y solamente agua o té, al que puede añadírsele glucosa o dextrosa. Lo que resulta contraproducente es ingerir bebidas carbónicas.

Si se experimentan mareos o vértigos, lo mejor es abandonar, así como si se siente una fatiga excesiva o dolores articulares. En caso de simple cansancio puede dejarse de correr y, sin detenerse, andar hasta sentir una ligera recuperación. A partir del kilómetro treinta es común sentir una «pájara», al estilo de la que sufren los ciclistas en las etapas de montaña. Son unos momentos en que se desea abandonar, pero en los que se sigue corriendo por inercia. Si se superan estos minutos existe la seguridad de rodar ya sin parar hasta la meta. Es un bache más psicológico que físico, por el que hay que pasar y esperar la llegada de ese «segundo aliento» conocido en el mundo atlético.

Por otra parte, ayer hubo un peligro real de que la maratón se suspendiera. El Ayuntamiento concedió permiso al PSOE para que el domingo celebrara en el Retiro su fiesta de clausura del congreso, con la consiguiente orden de que se cerrara el parque a cualquier otra actividad durante el día. Una conversación de urgencia con Tierno Galván por parte de directivos de Mapoma dio vía libre a la celebración de la maratón.