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Delgado de Codes fue muerto por hombres de Conesa cuando era seguido por otra brigada

Juan Carlos Delgado de Codes, dirigente de los GRAPO (Grupos Revolucionarios Antifascistas Primero de Octubre), muerto de un tiro por la policía el pasado día 20 de abril, estaba siendo seguido por hombres del jefe superior de Policía de Madrid Francisco de Asís Pastor, cuando inspectores de la Brigada de Información, que dirige el comisario Conesa, le tendieron la celada que acabó con su vida en la plaza de Lavapiés.

Fuentes oficiosas del Ministerio del Interior han señalado que días antes de los hechos, inspectores al mando del señor Pastor llegaron hasta la pista del grapo a través de una cartera con documentos abandonada en una estación de Metro madrileña. En la cartera había dos carnets de identidad falsos y un contrato de compraventa o alquiler de un piso de Lavapiés. Un intento de detención de Delgado de Codes, cuando en compañía de dos chicas se presentó a recoger la cartera olvidada, habría fracasado, y a partir de ahí, los hombres de Conesa, que mantienen una información no oficial sobre la actividad de la policía al mando del jefe superior, habrían comenzado la operación de la celada. Las mismas fuentes policiales han señalado que es normal esta rivalidad entre cuerpos diferentes de la policía y que otros incidentes similares han tenido lugar en el pasado. Según dichas fuentes, cuando el juez-magistrado Cruz Cuenca avisó en la noche del domingo previo a su asesinato el día y la hora en que pensaba ir a trabajar y solicitó protección, lo hizo en conversación personal con el comisario Conesa, que habría dado el aviso a una brigada diferente a la suya para que procedieran a montar el servicio de vigilancia correspondiente.Este servicio no se montó y el juez Cruz Cuenca fue asesinado a la puerta de su domicilio por un comando GRAPO, en el que posteriormente la policía aseguró estaba implicado el propio Delgado de Codes. Es de señalar que el magistrado Cruz Cuenca había sido seriamente amenazado e incluso se trasladó unos días a Lucena por motivos de seguridad. No acudía todos los días a su despacho ni tenía hora fija de hacerlo.

También altos cargos del Ministerio del Interior declararon que sabían que el inspector González Pacheco conocido como Billy el Niño en los ambientes que frecuenta convivió durante algún tiempo con la dirigente de los GRAPO Paloma Gutiérrez Estévez, una de las que aparecían en los carteles de la policía acusada de Instigar el asesinato del que fue director general de Prisiones, Jesús Haddad.

Las fuentes informantes señalaron que era lógico que un policía mantuviera este tipo de relaciones con una terrorista si eso permitía una infiltración en los grupos subversivos y obtenía con ello abundante información.

El comisario Conesa, que se ha de jubilar por ley el próximo mes de mayo, ha sido objeto de numerosas críticas de los partidos de oposición y medios de opinión pública como antiguo protagonista de la represión política franquista.

El Gobierno y la policía han guardado permanente silencio ante las noticias de prensa que ponían de relieve algunas de estas coincidencias o casualidades, que afectan al prestigio y a la imagen pública del comisario Conesa, que saltó a la fama tras la liberación del señor Oriol y el general Villaescusa. En ocasión de su liberación, el comisario Conesa declaró ante decenas de periodistas extranjeros y españoles que con su acción los GRAPO habían sido prácticamente desarticulados y expresó su convencimiento de que los terroristas de dichos grupos eran simples enfermos mentales, «como pequeños animalillos». Desde que el comisario Conesa anunció su desarticulación hasta hoy, los GRAPO han reivindicado numerosos atentados, en los que perdieron la vida quince personas, además de un inspector de policía, muerto en un tiroteo.

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