Se prepara una fuerte discusión sobre la organización interna del PSOE

Junto con los temas específicamente políticos, el XVIII Congreso del PSOE dará lugar a una discusión de cierta importancia sobre los estatutos de¡ partido, a juzgar por el número y diversidad de las ponencias presentadas al efecto, y dado que las cuestiones de estatutos suelen convertirse en cuestiones de poder. Es probable que la discusión se oriente a establecer límites a ciertos órganos del partido, ampliar la autonomía de los distintos niveles de organización interna, fortalecer al Comité Federal y poner fin a la acumulación de cargos en manos de pocas personas.

Al igual que en lo referido a estrategia política, existe un documento elaborado por encargo del Comité Federal, que propone una sustitución completa de los actuales estatutos. Es un texto con bastantes variaciones respecto al que está en vigor, no sólo en cuanto al lenguaje (el objetivo de los congresos socialistas ya no sería señalar la estrategia de la lucha de clases, por ejemplo), sino en lo que se refiere a organización interna.De acuerdo con dicho documento, la comisión ejecutiva federal estaría compuesta por veintidós miembros (actualmente son diecinueve) y cambiarían de nombre varias secretarías, además de agrupar a estas últimas en áreas diferenciadas. Las áreas serían tres: Política y estrategia, coordinada por el secretario general del partido, y formada por la propia secretaría general más las de coordinación, sindical, política sectorial, política autonómica, política cultural, y estudios y programas; área de Imagen, compuesta por prensa e información, y propaganda e imagen; y área Orgánico-administrativa, que engloba organización, administración, formación y municipal.

En lo que se refiere a la designación de candidatos a las elecciones, se consagra la primacía del Comité Federal en las decisiones sobre candidaturas a las elecciones generales y a las locales en municipios de más de 10.000 habitantes. Los consejos de las regiones o nacionalidades tendrán competencia en los casos de elecciones autonómicas, pero sujetos a ratiicación de aquél.

Las competencias del presidente y del secretario general se establecen, según la citada propuesta, en la siguiente forma: el presidente del PSOE «preside los actos oficiales del partido y firma con el secretario general todos los documentos públicos», mientras el secretario general «es el portavoz cualificado de la comisión ejecutiva, ostenta la representación del partido, coordina los trabajos de la comisión ejecutiva federal y modera sus reuniones».

Respecto al Comité Federal, se establece que sus miembros «no están sujetos en su actuación a mandato imperativo alguno», si bien están obligados a «informar regularmente» a su federación de los trabajos de aquel órgano, y responden de su gestión al finalizar ésta. Se mantiene en el Comité Federal la responsabilidad de definir la política del partido entre congreso y congreso, y la de aprobar o rechazar la gestión de la ejecutiva, así como cubrir las vacantes que se produzcan en los órganos de dirección.

En Fin, el documento en cuestión Indica que el congreso se celebrará cada tres años (en lugar de los dos actuales). La composición del Comité Federal ya no sería proporcional al número de afiliados de las federaciones. El procedimiento de elección de los miembros de la ejecutiva se mantiene igual que hasta la fecha: votan los cabezas de delegación, y no los congresistas.

Otras posturas

Algunos de estos planteamientos chocan con los de varias ponencias de diferentes agrupaciones, sin que pueda establecerse de antemano cuáles tendrán mayor número de apoyos. Casi todas las ponencias presentadas dejan en dos años la periodicidad de los congresos; algunas otras -por ejemplo las de Asturias consideran que todos los congresistas tienen derecho a elegir a la ejecutiva, en vez de limitarse a los cabezas de delegación; muchas plantean la necesidad de establecer incompatibilidades e impedir la acumulación de cargos; se reivindica para todos los afiliados incluso «el derecho a equivocarse» (ponencia de Barcelona), antes que consagrar actitudes elitistas y restrictivas; y la petición más extendida es la de reivindicar mayor autonomía a la hora de establecer candidaturas.

La ponencia de la agrupación madrileña de Chamberí -redactada por Francisco Bustelo, entre otros- incide en algunas de estas cuestiones, así como en la posible articulación de tendencias.

Finalmente, puede indicarse que también existen ponencias con otro tipo de lenguaje y perspectivas. Así, la de Pozuelo afirma que el PSOE precisa de una burocracia como «herramienta al servicio del aparato organizativo»; indica que la polémica partido de cuadros-partido de masas se resuelve haciendo «un partido en el que la totalidad de la militancia fueran cuadros de las masas trabajadoras», e Insiste en la conveniencia de estructurar los cuadros de staff. Como decíamos al principio, la diversidad es considerable.