La victoria de Carrillo

«El resultado de las elecciones municipales ha condensado sobre España nubes italianas. Nubes antiguas de una Italia de hace una década, cuando el Partido Comunista Italiano comenzó a comerse al Partido Socialista. ( ... )Probablemente el comunista Carrillo tiene más habilidad política que el socialista Felipe González. A los comunistas, con el final de la política de consenso, instaurada por todos los partidos para aprobar la Constitución, se les habían cerrado las aspiraciones al Poder. El pacto municipal las vuelve a abrir. ( ... ) Los socialistas y los comunistas han respetado las leyes, las cuales no ponen límites a los pactos, ni antes ni después de las elecciones. Que los comunistas obtengan mayores ventajas, es otra historia. (...) Lo que no es asunto interno de los dos partidos es la dinámica que se ha dado a los acuerdos recientes, especialmente por parte de los comunistas, que hablan de dinámica unitaria y no están fuera de la realidad, en cuanto que las bases de los dos partidos se muestran, efectivamente, entusiastas con los resultados obtenidos. ( ... )

De todas formas, el voto administrativo ha dado a la izquierda un poder que hace un mes era impensable. Se perfilan de nuevo las dos Españas. No las del duro contraste de Antonio Machado, pero diferentes. Sobre este panorama bastante confuso domina la sonrisa socarrona de Santiago Carrillo, que hace dos años vivía en la clandestinidad, con una peluca para camuflarse, y hoy, con los concejales de su partido, el 70% de los españoles viven bajo Ayuntamientos de izquierda (...)»

23 abril.