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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Trabas al latinoamericano

Tengo veintidós aflosde los que doce llevo viviendo en España, adonde llegué acompañada de mi madre y hermanos. Como es fácil imaginar, aquí estoy estudiando desde ingreso de Bachillerato hasta cuarto año de Derecho, que es lo que en la actualidad curso.Cometí el grave error de marcharme a Perú a visitar mi tierra y mi familia y quedarme allí un año. Regresé a España en septiembre d el 76 a continuar con mis estudios y a reunirme con la otra parte de la familia. Cuál no sería mi sorpresa al ir a formalizar mis papeles que por aquel desliz patriótico-sentimental se me desconocían los diez años (para mayor ironía salí de mi país como residente en España, ya que de otra forma, y dadas las leyes de Perú, hubiera sido muy costoso) de residencia en esta tierra. ¡Increíble! Este desconocimiento ha supuesto: 1) retrasar mis posibilidades de solicitar la nacionalidad española, pues es en España donde quiero vivir; 2) necesidad de solicitar permanencias cada tres meses; 3) otro error: me fui un mes fuera de España de vacaciones después de haber consultado en la propia policía. Claro está, a la vuelta de mis vacaciones irlandesas, nueva sorpresa: había que empezar a computar el tiempo de cero a efectos de poder algún día (¿llegará?) pedir la residencia; 4) ahora que parecía que, ¡por fin!, iba a poder solicitar mi residencia, más trabas, más papeleos, más espera. ¿Cuánto más se ha de sufrir? ¿Hasta cuándo este valle de lágrimas, que diría Vallejo? Si Vallejo hoy se reencarnara muy bien podría reescribir «La cena miserable» en una de esas colas a las que se empeñan en acostumbramos, porque: «Hay alguien ( ... ) que se burla, y acerca y aleja de nosotros ... » ¿Cuántos «le falta esto, le falta lo otro» hemos de aguantar los simples emigrantes? No son suficientes doce años, toda una vida, para que te den un carnet de residencia (ya que no el de identidad, que en otros países se da de forma automática) para ser ciudadanos de segunda y no de tercera, como de un tiempo a esta parte lo empezamos a notar. Y sufrir.

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