Vuelve la violencia a la huelga de hostelería, reducida al sector de hospedaje
La violencia volvió ayer a la huelga de la hostelería en la Costa del Sol, conflicto que, reducido en la actualidad al sector de hospedaje -cuya patronal se niega a suscribir los acuerdos que a nivel de sector se alcanzaron entre las partes en Madrid-, trata ahora de ser solucionado con la mediación de los alcaldes -todos de izquierdas- de la costa.Tres trabajadores de hostelería resultaron heridos ayer en Marbella al intentar la policía disolver una sentada que varios centenares de huelguistas realizaban en el centro de la ciudad, con corte de tráfico. La policía usó medios antidisturbios y disparó pelotas de goma. Dos de los heridos fueron trasladados a la clínica de Marbella donde fueron asistidos de contusiones en la cabeza; el otro sufrió sólo algunas magulladuras.
Después de la disolución de la sentada los trabajadores se encerraron en el local de la AISS, deponiendo más tarde su actitud ante el ruego del alcalde socialista, señor Cañas, que se trasladó seguidamente a Málaga para entrevistarse con el gobernador civil,
Los nuevos alcaldes y concejales de toda la Costa del Sol hicieron patente asimismo su intención de ser recibidos por el gobernador para intentar entre todos hallar una solución definitiva al conflicto de hostelería. JGT y Comisiones Obreras denunciaron la actuación «extremadamente dura de la policía contra unos trabajadores que sólo están defendiendo sus derechos».
Un portavoz de la patronal repitió ayer una vez más que los empresarios de hospedaje mantienen su actitud de no aceptar los acuerdos de Madrid. «Las centrales sindicales han perdido en esta huelga y deben reconocerlo », agregó. Dijo también que los empresarios no están dispuestos a aceptar presiones de ningún tipo y anunció que en varios hoteles se habían producido reincorporaciones masivas al trabajo, cosa ésta que negó un portavoz de UGT, según el cual hay muchas empresas que están dispuestas a aceptar los acuerdos.
La huelga continúa en toda la zona circunscrita sólo a los hoteles, ya que las cafeterías y restaurantes -salvo en Marbella-, así como las discotecas y salas de fiesta trabajan con normalidad sin ser molestados por los piquetes.
Continúan las numerosas gestiones emprendidas por los trabajadores, encaminadas a conseguir que los empresarios de hospedaje firmen al fin los acuerdos. Sin embargo, no parece que esto vaya a ocurrir dada la firme actitud de éstos.
