Precaria tregua en el sur de Líbano

Un precario alto el fuego fue implantado ayer en el sur de Líbano, tras los violentos bombardeos de que fue objeto el puesto de mando central de la Fuerza Interina de las Naciones Unidas en Líbano (FINUL), que costó la vida a dos soldados noruegos. El bombardeo se inició en la madrugada de ayer, pocas horas después de que las milicias derechistas libanesas proclamaran un «Estado libre de Líbano» en la franja fronteriza con Israel.El mundo árabe, incluso Egipto, condenó ayer la proclamación de este Estado independiente. Siria e Irak afirmaron que se trataba de «un complot israelí» y solicitaron una drástica acción del mundo árabe para neutralizarlo. Por su parte, Kuwait afirmó que la creación de este mini-Estado habría sido «planeada por Israel». Países occidentales, como Francia y Estados Unidos, manifestaron su oposición a toda acción que amenace la integridad territorial libanesa.

Por su parte, el Gobierno libanés se reunió ayer con el presidente, Elías Sarkis, para examinar con carácter de urgencia la nueva situación creada en el sur de Líbano y la posibilidad de efectuar medidas coactivas contra las milicias derechistas, armadas y financiadas por Israel. Las fuerzas derechistas de Beirut han condenado también el citado mini-Estado por temor a represalias sirias.

En Israel, las autoridades afirman que no tienen nada que ver con la creación del Estado libre proclamado el miércoles por el comandante Sais Haddad sobre la franja fronteriza libanesa colindante con el territorio judío. En estos enclaves viven 60.000 musulmanes chiitas y 40.000 cristianos, que dependen íntegramente para su subsistencia de Israel.

Las milicias derechistas acusan a la FINUL por haber facilitado el despliegue de la primera fuerza regular del Ejército libanés que es enviada al sur de Líbano desde la guerra civil de 1975-76. La penetración de las fuerzas de Beirut precedió a la proclamación del Estado libre en el Sur.

Poco desp aés de esto último, las milicias derechistas iniciaron un violento bombardeo contra el puesto de mando de la FINUL en el Sur, sobre el que cayeron cerca de quinientos obuses de artillería y 5.000 disparos de ametralladora.

Este ataque provocó la muerte de dos soldados noruegos y heridas a otros. La situación en el campamento de la fuerza de la ONU fue angustiosa, ya que carece de condiciones para defenderse de los bombardeos.

Un portavoz de las Naciones Unidas manifestó ayer que el ataque provocó graves daños en el cuartel general de la FINUL, situado en Na Qura y sus instalaciones adyacentes.

Los derechistas cristianos controlan una franja de unos quince kilómetros de ancho a lo largo de la frontera con Israel. Al norte de esta franja, la fuerza de las Naciones Unidas, compuesta por 6.000 hombres pertenecientes a siete países, ocupan las colinas circundantes para formar una especie de zona de contención entre los derechistas y los palestinos.