Aplazadas indefinidamente en Irán las elecciones constituyentes
El Gobierno iraní decidió ayer suspender indefinidamente las elecciones constituyentes, mientras unas 50.000 personas se manifestaron por tercer día consecutivo en Teherán en apoyo del líder religioso ayatollah, Mahmoud Taleghani y su regreso a Teherán. Por otra parte, en Sanandaj, capital del Kurdistan iraní, un grupo de cincuenta hombres fuertemente armados han ocupado la emisora de la radio-televisión iraní.
En Teherán, el portavoz del Gobiemo, Amir Abbas Entezam, anunció que las elecciones para la Asamblea Constituyente, previstas para el próximo 1 de junio, han sido aplazadas indefinidamente.Entezam dijo que la comisión encargada de elaborar el proyecto de Constitución necesita al menos dos meses más para finalizar sus trabajos.
Fuentes religiosas afirmaron que las principales dificultades que enfrenta la comisión constitucional se refieren a los derechos de las minorías religiosas.
El portavoz confirmó que el Gobierno ha aceptado la dimisión del ministro de Asuntos Exteriores, Karim Sandjabi, de 75 años, que había sido presentada el lunes.
Las razones de la dimisión de Sandjabi fueron similares a la protesta del ayatollah Taleghani, uno de los más progresistas líderes religiosos del país, quien censuró el «desorden» actual en Irán, de¡ que responsabilizó a los «comités Jomeini».
El autoexilio de Taleghani, considerado el más importante consejero de Jomeini, está originando una serie de tensiones entre grupos de distintas ideologías.
Esta situación, unida a los tres millones de desempleados, hace opinar, en privado, a diplomáticos occidentales, que puede producirse en Irán, en un plazo máximo de tres meses, una confrontación sangrienta entre grupos islámicos rivales.
Taleghani, probablemente el segundo hombre más influyente de Irán, afirmó ayer, en declaraciones hechas desde el lugar desconocido donde está refugiado, que su país corre el peligro de recaer en la dictadura y el despotismo.
La declaración del líder chiita es la crítica más dura hecha hasta hoy al régimen instaurado por Jomeini..
Aunque se había dicho que Taleghani abandonó Teherán la semana pasada para protestar por «el atropello de los derechos del pueblo», en sus declaraciones de ayer insistió en que su marcha es un aviso sobre la dictadura y no un acto de queja personal por la detención y malos tratos que sus dos hijos y una nuera sufrieron a manos de guardias revolucionarios musulmanes.
Taleghani, que antes del regreso de Jomeini a Irán era el dirigente musulmán más conocido, goza de gran prestigio entre las minorías étnicas y religiosas, y especialmente entre los kurdos.
Una pequeña parte de los manifestantes que recorrieron ayer Teherán llevaban retratos de Taleghani y de Jomeini, para demostrar que el apoyo al primero no constituye un ataque al segundo. Sin embargo, en la Un¡versidad de Teherán, unos 5.000 partidarios de Taleghani que se manifestaban en su apoyo vieron su marcha interrumpida por medio millar de seguidores de Jomeini.
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