Bravo-Villasante: "El futuro del teatro está en la escuela"

El teatro infantil es el tema central este año del VIII ciclo de conferencias organizado por el Centro Español del Instituto Internacional del Teatro que se inició el lunes pasado, Día Mundial del Teatro, con una exposición de la profesora Bravo-Villasante sobre el pasado y el futuro del hecho teatral infantil en España.

Comenzó Bravo-Villasante con un comentario de sus experiencias personales del teatro comercial; la tradición del Don Juan el Día de Todos los Santos, las zarzuelas, las comedias de Arniches, los cristobitas de la plaza de Oriente y los titiriteros de las compañías ambulantes que hacían hablar a un caballo o saltar a una mona. Evocó las improvisaciones infantiles de folletines en las reuniones familiares y las representaciones que se celebraban en los colegios en las fiestas solemnes. «En general mi experiencia del teatro en el pasado es mucho más pobre que la del cine, por ejemplo -dijo-. Tan pobre como lo fue en Francia, Inglaterra o Alemania. Era un teatro en relación con una literatura infantil de orientación pedagógica e intención moralizadora de corto vuelo.»A continuación Bravo-Villasante esbozó una síntesis histórica de las sucesivas aportaciones de los autores de creación al teatro infantil, desde El niño desobediente, de Harzenbusch, hasta El príncipe preguntón, de García Lorca, y citó las obras de Benavente, Valle Inclán, Marquina, Martínez Sierra.

En torno a la polémica actualmente en vigor que opone el teatro de los níños al teatro para niños, Bravo-Villasante precisó: «Todas las tendencias del teatro son válidas. En unas, los niños participan como espectadores, se identifican con el protagonista, se interesan o rechazan lo que pasa en escena; en otras, participan con la voz e íncluso con el movimiento, pero la teoría de que la participación exige el movimiento físico es muy parcial.»

En cuanto a las perspectivas del teatro infantil, señaló: «Hay que estimular a los grandes autores a que escriban teatro para niños y se debe ayudar a las compañías que se dedican a este tipo de teatro, que es una forma más de la gran dramaturgia. Pero, en realidad, el germen del teatro en el futuro está en la escuela. Es en ella donde se debe fomentar la cultura teatral, en mi opinión, aspecto más importante de la cultura oral hacia la que parece que nos encaminamos.»