Atenciones de Iberia
El pasado jueves 5 de abril una prima mía,- estudiante en Madrid, que tenía intención de aprovechar la Semana Santa para visitar a su familia en Palma de Mallorca, se encontró, al ir a recoger su tarjeta de embarque en el aeropuerto de Barajas, con la inaudita sorpresa de que a pesar de tener la reserva hecha desde marzo y el OK cor respondiente en su billete, la compañía Iberia le informaba de que el vuelo estaba, completo, y le remitía, como única solución, al último puesto de la lista de espera para el siguiente vuelo.Puede ser que la indignación me nuble el entendimiento, pero no consigo comprender como las Reales Líneas Aéreas de España confirman más billetes para un vuelo de los que la capacidad del avión permite, poniéndose así al nivel de las concesionarias rurales de camionetas. Según he podido saber, constituye además práctica habitual en la compañía, que debe tratar así de compensar algún que otro capítulo de gastos «poco justificados».
Después de no haber entrado en tres sucesivos vuelos en los que había sido incluída en la lista de espera, y después de dieciséis horas
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en el aeropuerto, al terminar estas líneas, mi prima, exhausta y desesperada, sigue sin saber cuando podrá volar a casa.
