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Tremenda comoción en Vigo

Ante el colegio Vista Alegre, en el barrio de Cabral, de Vigo, fueron llegando a media tarde de ayer padres de los niños que viajaban en el autobús accidentado. En esos momentos, sobre las 5.30 de la tarde, las noticias eran confusas todavía, y las radios de los coches, el único vehículo de información. Se sucedieron múltiples escenas de dolor y desesperación. Los más serenos decidieron inmediatamente salir hacia Benavente para conocer los hechos en el lugar donde sucedieron. Las emisoras de radio iban dando algunos nombres de los ninos supervivientes y, alrededor de las seis de la tarde, medio centenar de personas se habían congregado ya en las inmediaciones del colegio.

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Se dio la circunstancia de que alumnos del colegio Concepción Arenal, situado en las proximidades del Vista Alegre, estaban también de excursión por Salamanca y, en la confusión reinante, los padres de unos y otros mantenían la preocupación sobre las noticias que iban llegando.El colegio Vista Alegre es un centro privado, subvencionado, que alberga a unos seiscientos ninos y niñas de EGB. El director del centro, que se acaba de casar hace unos días, había salido ya para Benavente cuando los primeros padres comenzaron a llegar a la avenida del Puente, donde está situado el colegio, en las afueras de Vigo, y en uno de los márgenes de la antigua carretera de salida hacía Madrid.

Entre los casos de los padres que acudieron, el de Josefa Fernández Álvarez puso una nota diferente. Ella se había opuesto a que su hijo fuese a la excursión, alegando que se quedase en casa el viernes cuando a las siete de la mañana sus compañeros iniciaron el viaje en el autobús. Otra madre, desconsolada, recordaba que había insistido en que su hijo fuese a la excursión porque era muy tímido y esos días fuera de casa y entre sus compañeros podrían ayudarle.

Poco después de las siete de la tarde de ayer, la mayoría de los padres estaban ya camino de Benavente en coches particulares y taxis. También la alcaldesa de Vigo salió por la tarde hacia el lugar del suceso.

En la sede de la Asociación de Vecinos de Lavadores se iba centralizando la información. No todos los niños son de familias del barrio de Cabral-Lavadores, ya que la insuficiencia de dotaciones escolares obliga a que estos centros atiendan a nifíos de los más apartados puntos de Vigo. El luto se extenderá por la ciudad, que todavía no ha salido del estupor causado por el asesinato del día anterior de un trabajador, reivindicado por los GRAPO.

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