La RFA podría renunciar a la energía nuclear

El ministro del Interior de la República Federal de Alemania, el liberal Gerhardt Baum, admitió como «imaginable» que el país pueda verse obligado a renunciar a la energía nuclear para fines pacíficos, en unas declaraciones realizadas al semanario Der Spiegel.Gerhardt Baum ha vinculado indirectamente su continuidad en el puesto a que no se produzca en la RFA ningún accidente tipo Harrisburg en ninguna de las quince centrales nucleares que actualmente funcionan en el país.

El ministro insistía ayer en sus declaraciones que «nadie puede arrebatarle su responsabilidad en lo tocante a seguridad de las centrales» y que, «llegado el caso, podrá retirarse el permiso de construcción de una central por falta de seguridades». Gerhard Baum se ve entre la espada y la pared, en cuanto que, si otorga un permiso o no lo retira a tiempo, tendría que justificar en virtud de qué principio se otorgó o se mantuvo la licencia de funcionamiento o de construcción de una central determinada.

Esta declaración de Baum le ha enfrentado ya con el ministro de Economía, Graf Lamsdorf, que también es liberal, pero más vinculado a los intereses de las grandes compañías energéticas. Estas fuerzan la situación anunciando corte en los suministros eléctricos y aumento del número de parados. Los sindicatos también se han dividido: si hasta antes de Harrisburg las organizaciones laborales se inclinaban sin paliativos en favor del recurso a la energía nuclear, ahora ha cambiado precipitadamente de signo esta posición. El Ig Metall, el mayor sindicato metalúrgico del mundo, ha criticado, este fin de semana, abiertamente la posición de la Confederación de Sindicatos DGB, de la que es miembro, por no someter a crítíca el recurso a la energía atómica.