La amante, como dato
Durante el desarrollo del debate sobre el «compromiso del intelectual», mantenido por los invitados al programa La clave y transmitido por TVE el pasado día 31 de marzo, uno de aquéllos, académico francés, trató de completar la figura de E. Zola (presentado en la película, previamente proyectada, como defensor de los derechos humanos) señalando que el escritor había tenido una amante. Esta puntualización del académico francés debió resultar absolutamente descalificadora en el concepto de algunos de los televidentes, que conocían a Zola exclusivamente a través de las equívocas preceptivas literarias destinadas durante años a nuestros bachilleres, y en el de otros muchos, que ignoraban todo sobre el escritor.Es de lamentar que frente a esta maniquea utilización de un dato biográfico marginal, ninguno de los asistentes al debate recordase que la muerte de E. Zola no fue accidental, sino provocada por aquellos que le temían y que no desaparecieron, ni mucho menos, de la escena política francesa, al contrario de lo que parece desprenderse de las últimas imágenes de la película.
La información sobre el asesinato de Zola fue publicada hace pocos meses, con cierto detalle, por EL PAIS.