La lección de las municipales

«Como consecuencia de las elecciones del día 3, una parte importante de los grandes núcleos de población -y, desde luego, los máximos: Madrid, Barcelona, Valencia-, la franja litoral mediterránea y algunos enclaves importantes del interior, como Zaragoza y Valladolid, van a tener ayuntamientos con mayoría de izquierda. En el resto del país, UCD es el partido que ha prevalecido y el que en número total de concejales lleva con gran ventaja la primacía.Sin embargo, no compartimos la opinión de quienes, atendiendo exclusivamente a este último dato, presentan estas elecciones como una confirmación de las del 1 de marzo, con la leve rectificación del descenso de votos de UCD a consecuencia de la abstención. Bastan los hechos mencionadosm inicialmente para percibir que la jornada del 3 ha tenido una significación propia y diferente de la del 1 de marzo. El caso de Madrid es solamente el de más relieve. (...)

Tampoco hay que sacar las cosas de quicio. Una presencia mayoritaria de la izquierda en las grandes capitales es casi regla en las democracias europeas, donde incluso es común el fenómeno de que una parte del electorado vote conservadoramente en las elecciones generales y a la izquierda en las locales. ( ... )

Carece asimismo de fundamento la analogía con el Frente Popular que han hecho muchos. Que socialístas y comunistas se unan en los ayuntamientos para sacar adelante alcaldes de su tendencia es una cosa; el Frente Popular fue históricamente otra muy distinta. La única analogía puede estar en la hipoteca que aquel pacto creará a favor del PCE y en contra del PSOE; pero esta es cuestión que afecta principalmente a los interesados.

Hechas las reservas anteriores, diremos que las elecciones del día 3 pueden producir dos consecuencias muy importantes.

La primera, enfrentar a los partidos de izquierda con las responsabilidades de la Administración, precisamente al nivel municipal, donde deben prevalecer los problemas concretos, no ideológicos. Ante ellos, habrán de acreditar de los que son capaces.

La segunda, enfrentar a los sectores de opinión cuya abstención ha sido decisiva en contra de UCD y a favor de la izquierda con las consecuencias de su negligencia. Aunque probablemente los que no han votado serán los primeros en protestar si el funcionamiento de los ayuntamientos de izquierda no les satisface. No es esto último lo que deseamos, sino que esos ayuntamientos tengan el mayor éxito en su gestión, pero en todo caso lo ocurrido debe servir de severa lección a cuantos todavía no se han enterado de que en una democracia las cosas van adelante en la medida en que nosotros las empujamos: los gobernantes, gobernando; los administradores, administrando; los ciudadanos, votando. »

5 abril