El pacto de socialistas y comunistas preocupa al partido del Gobierno

El pacto PSOE-PCE para la obtención del máximo número posible de alcaldías de izquierda ha ocasionado un fuerte impacto en distintos medios políticos, y singularmente, en Unión de Centro Democrático. Miembros destacados del partido gubernamental hicieron ayer declaraciones y comentarios en los que se trasluce, por una parte, preocupación ante el acuerdo de la izquierda y, por otra, una valoración del pacto como una alianza de marxistas contra no marxistas, lo cual supondría un cambio importante en la política observada hasta ahora por socialistas y comunistas, así como un hecho del que UCD intentará obtener rentabílidad política.

El vicepresidente segundo del Gobierno, Fernando Abril, declaró a EL PAIS que la noticia del acuerdo PSOE-PCE puede calificarse como el hecho político más importante ocurrido en Europa en los cinco últimos años. Según el señor Abril, es la primera vez -salvo la alianza de François Mitterrand con los comunistas franceses- en que un partido socialdemócrata o socialista europeo ha practicado una política de alianza en bloque con el comunismo. Asimismo, indicó que lo más democrático sería la designación como alcalde del cabeza de la lista más votada en cada municipio.Un criterio similar ha sido expresado por otras fuentes centristas, entre ellas el primer candidato de UCD de Madrid, José Luis Alvarez, quien entiende que la unión del PSOE y del PCE en las votaciones supone, de alguna manera, «torcer la voluntad popular», cosa que no hubiera sido posible si los alcaldes fuesen elegidos por sufragio directo. Uno y otro criterio deben tomarse como opiniones personales, que no podrán condicionar la elección de alcaldes, puesto que la ley Electoral establece taxativamente el procedimiento de la misma: es elegido el que obtenga mayoría absoluta de concejales (mitad más uno), y sólo en el caso de que este sistema no permita obtener alcalde, se proclamaría al primer concejal de la lista más votada.

La preocupación política del partido del Gobierno respecto a las consecuencias del acuerdo PSOE-PCE fue contestada anoche por el dirigente comunista Enrique Curiel -miembro de la delegación comunista que negoció con el PSOE en la noche del miércoles-, en el sentido de que el pacto no implica un «acuerdo entre marxistas», sino una apertura a todas las fuerzas progresistas, con el objetivo de democratizar los ayuntamientos y, desde luego, sin tentaciones frentepopulistas.

«Detrás de las declaraciones que están haciendo algunos miembros de UCD aparece un intento de enfrentar al país con el problema de una bipolarización. Nosotros no vamos a ella y no queremos lanzar a la izquierda contra la derecha; quien se ha movido aquí es la UCD, y lo que no se puede hacer es deslizarse hacia la derecha y aparentar después una sorpresa ante la convergencia de la izquierda.» Y agregó: «¿Es que acaso Coalición Democrática no va a apoyar a UCD en aquellos municipios donde haya obtenido concejales? Y no por ello decimos nosotros que eso sea reconstruir el Movimiento.»

Por su parte, fuentes socialistas rechazaron también las acusaciones de « frente populismo » y afirmaron que lo que sucede es un reflejo de los resultados electorales, que han dado un giro notable a la política nacional, gracias al triunfo de la izquierda. En concreto, Javier Solana dijo que UCD parece que intenta agitar de nuevo el fantasma del miedo.

Cabe agregar que el PSOE ha establecido una mecánica algo más compleja de la inicialmente prevista para la consecución. de los acuerdos: hoy se reúnen los coordinadores provinciales de Ias elecciones municipales, con Alfonso Guerra y Luis Fajardo al frente, a fin de «estudiar las posibles alianzas en cada una de las provincias»; a su vez, los acuerdos que se tomen habrán de ser ratificados posteriormente por el comité federal del partido, que está convocado para el sábado y el domingo próximos. En estas convocatorias se entiende que, además del pacto PSOE-PCE, podrán estudiarse otras posibilidades para ciertas provincias y municipios. En respuesta a preguntas concretas, fuentes socialistas precisaron que la intervención del comité federal no supone obstáculos o retrasos en la negociacion con el PCE, sino la normal competencia que el máximo órgano socialista tiene sobre todas las decisiones importantes de política del partido.

En cuanto a la comisión mixta PSOE-PCE encargada de ejecutar los acuerdos adoptados por los dirigentes en la noche del miércoles, quedará integrada por las siguientes personas: Alfonso Guerra, Guillermo Galeote, Luis Pérez y Luis Fajardo, por el PSOE, y Simón Sánchez Montero, Carlos Alonso Zaldívar, Ignacio Gallego y Manuel Castell, por el PCE. Los señores Pérez y Castell no pertenecen a las ejecutivas de sus respectivos partidos y acuden, según se cree, en calidad de técnicos o expertos electorales.

El PSA medita su postura

Aunque la decisión de apoyar a los socialistas o a la candidatura de Unión de Centro Democrático para la elección del alcalde en cinco capitales andaluzas la adoptará formalmente el PSA-Partido Andaluz el próximo sábado, en Sevilla, ciudad donde la ejecutiva tiene prevista una reunión, las declaraciones efectuadas ayer a EL PAIS en Málaga y Granada por algunos dirigentes locales de este partido parecen avanzar que el PSA decantará sus votos en favor de la izquierda.

Un miembro de la ejecutiva, José Postigo, declaró que el PSA no está dispuesto a hipotecarse nuevamente con la UCD con el tema del grupo parlamentario y que trabajarían en favor de una alcaldía socialista en Granada. Igualmente, Miguel Angel Arredonda, diputado del PSA por Málaga, manifestó que estaban dispuestos a negociar con el PSOE y el PCE el tema de la alcaldía y que no había ningún tipo de expectatíva para negociar con UCD. El señor Arredonda añadió no obstante, que si el PSOE se retractase públicamente de las acusaciones vertidas hacia el PSA, la relaciones entre ambos partido mejorarían notablemente.