Las normas sobre la investidura irritan a la izquierda

Las normas elaboradas por el presidente del Congreso de los Diputados, Landelino Lavilla, para regular la votación de investidura de Adolfo Suárez como presidente del Gobierno han causado profunda irritación en las fuerzas parlamentarias de izquierda, muy particularmente en los socialistas. Un portavoz del Grupo parlamentario Socialista calificó a EL PAIS de «intolerable» el procedimiento elaborado para dicha votación. Es muy probable que este grupo plantee al comienzo de la sesión del acto de investidura una cuestión de orden en solicitud de votación sobre si debe o no haber debate previo.

Los grupos parlamentarios Socialista y Comunista se reunirán hoy en sus respectivas sedes, antes del comienzo de la sesión de investidura, para fijar su posición definitiva, aunque ya ayer los órganos directivos de dichos grupos perfilaron las líneas maestras de su actuación. «No habrá retirada comunista de la Cámara», confirmó un portavoz del PCE a EL PAIS, mientras que un portavoz del PSOE manifestó que no es probable la insinuada retirada socialista, aunque no está descartada totalmente.

Los dirigentes del PCE dedicaron prácticamente toda la jornada de ayer a perfilar su actuación en el acto de investidura. Santiago Carrillo, secretario general del PCE, elaboró las líneas básicas de su discurso en una reunión mantenida al mediodía de ayer con algunos miembros del Grupo parlamentario Comunista. Por la tarde, los técnicos de este grupo se dedicaron al estudio de las normas elaboradas por el presidente del Congreso para el acto de investidura y de la mecánica prevista para dicho acto.

Los comunistas no se retirarán del acto de investidura -aunque consideran que las normas elaboradas para su regulación son improcedentes-, porque estiman que tal retirada sólo beneficiaría a la derecha y redundaría en descrédito de las instituciones democráticas. «Las instituciones parlamentarias son todavía débiles, y tenemos que tener cuidado en no debilitarlas más», manifestó un portavoz del PCE a EL PAIS. El mismo portavoz añadió que situaciones como la producida a raíz del acto de investidura van a repetirse en los próximos cuatro años, y si cada vez que ocurra la izquierda anuncia que se retira, lo más probable es que nos carguemos al Parlamento».

El Grupo parlamentario Socialista fijará hoy definitivamente su actuación, que posiblemente será la de plantear al comeinzo de la sesión del acto de investidura una cuestión de orden sobre la competencia del presidente del Congreso para dictar las normas de regulación de dicho acto. En dicha cuestión de orden se rechazará dicha competencia y se pedirá una votación del Pleno del Congreso sobre si debe o no haber debate previo a la votación de investidura. En caso de que la cuestión de orden no fuera aceptada por el presidente del Congreso, el Grupo parlamentario Socialista se reserva una serie de posibilidades, entre ellas, la de no utilizar el turno de explicación de voto, e incluso retirarse del hemiciclo en algún momento de la sesión.

Mientras tanto, Felipe González dedicó la tarde de ayer a preparar su discurso en el acto de investidura, discurso que fue calificado por fuentes socialistas como de «oposición, fuerte y duro». El líder del PSOE perfilará las líneas de su intervención durante las tres horas de reflexión que sucederán al discurso programático del candidato presidencial y a la votación de investidura.

Alfonso Guerra declaró a EL PAIS que Landelino Lavilla era partidario de que hubiese debate previo, dada la trascendencia del acto, si bien «la consigna recibida del presidente Suárez fue la que le obligó a cambiar de parecer».