Normas presidenciales para la investidura sin debate previo

El presidente del Congreso de los Diputados, Landelíno Lavilla, dictó ayer las normas que regirán la sesión plenaria de hoy, en la que el candidato propuesto por el Rey para la presidencia del Gobierno, Adolfo Suárez, solicitará la confianza de la Cámara. La votación será nominal, inmediatamente después de la exposición del señor Suárez, y, por tanto, sin posibilidad de debate previo. Si el candidato a jefe de Gobierno obtiene la mayoría absoluta - 176 votos-, y tras un período de reflexión de, al menos, tres horas, las formaciones políticas presentes podrán intervenir durante media hora cada una.De acuerdo con la resolución dictada por el señor Lavilla, en virtud de las facultades supletorias del reglamento que le competen, y dada a conocer en la tarde de ayer a los informadores parlamentarios, la sesión plenaria comenzará hoy, a las once de la mañana, con la propuesta de candidato hecha por el Rey. Dicha propuesta, refrendada por el presidente del Congreso, se remite al artículo 99 de la Constitución y manifiesta que «habiendo sido llamados a consulta los representantes designados por los grupos políticos con representación parlamentaria, vengo en proponer» a Adolfo Suárez como candidato a la presidencia del Gobierno.

Seguidamente, el candidato expondrá el programa del Gobierno que pretende formar y solicitará la confianza de la Cámara. El presidente del Congreso anunciará el número de escaños cubiertos, que, salvo que se produzca vacante, es de 350, por lo que la mayoría absoluta necesaria en primera votación será de 176 votos. Tras el anuncio, se pasará a la votación nominal, que se iniciará por el nombre de un diputado sacado a suerte continuando por orden alfabético. Los diputados llamados dirán sí, no o declararán que se abstienen.

Finalizada la votación, si el señor Suárez no obtuviera la mayoría absoluta, las formaciones políticas podrían intervenir durante quince minutos cada una y, después, el presidente del Congreso convocaría a la Cámara para una nueva votación 48 horas después, en la que bastaría la mayoría simple de votos afirmativos.

En el caso más probable de que Adolfo Suárez obtenga hoy la mayoría absoluta, se producirá una suspensión «no inferior a tres horas», y a continuación podrán hacer uso de la palabra, por el tiempo máximo de treinta minutos y orden inverso al de su respectiva importancia numérica, las formaciones políticas presentes en la Cámara, «para formular las declaraciones políticas que estimen pertinentes en relación con el programa del Gobierno y la confianza otorgada por la Cámara, así como para fijar su actitud política ante la solución de gobierno resultante».

Esta parte de la resolución Presidencial es la que amplía el alcance de la mera explicación de voto, deseada en principio por el partido gubernamental. En cuanto a la posibilidad de debate, la única puerta abierta al mismo se contiene en la facultad del candidato a presidente para hacer uso de la palabra «siempre que lo solicite». Tras las intervericiones citadas, el señor Lavilla levantará la sesión y, dará cuenta personalmente al Rey del resultado alcanzado.