La veda de la avutarda pone fin a la temporada cinegética

El domingo es el último día de caza en España por lo que se refiere a la temporada 78-79. Con las medidas de protección al urogallo dictadas este año, la avutarda es la única especie a cazar en estas contadas horas que quedan para la práctica cinegética. En España existe un censo de 11.282 de estas aves, que son las más grandes que se pueden encontrar en toda Europa, ya que los machos llegan a alcanzar un peso de veinte kilos y una envergadura superior a los dos metros.La avutarda está prácticamente extinguida en Europa occidental. En España son pocos los que se dedican a su ca2a, porque es una de las especies más difíciles de abatir. Vive en las llanuras esteparias y por su extraordinaria vista se hace casi imposible acercarse a ella. Su mayor enemigo es el desarrollo agrario. Icona, por su parte, trata de protegerla permitiendo sólo la caza del 5 % de los ejemplares existentes en la zona.

Las dos modalidades de caza que se practican para la avutarda son el ojeo y, el dispararle a gran distancia con, rifle. Ambas presentan enormes dificultades. Si se caza a ojeo, hay que permanecer totalmente inmóvil, tumbado en el suelo, a la espera. de que el bando pase por encima, si antes no ha advertido ya algo anómalo. Si se busca la pieza con el rifle, la aproximación se hace con una caballería y luego, para tenerla a tiro, hay que reptar haciendo grandes círculos hasta la pieza.

La distribución de la avutarda en relación con la propiedad de los terrenos es la siguiente: un 73% en cotos privados, un 22% en terrenos cinegéticos comunes y un 5% en terrenos estatales. En España hay 5.492 ejemplares en la cuenca de Duero, 3.620 en la alta Extremadura, 1.063 en la cuenca media del Tajo y región manchega, 508 en la depresión bética, 500 en la baja Extremadura y 99 en la cuenca del Ebro.

Se estima que no pasa de ochocientas las avutardas muertas anualmente Por la acción cinegética. La disminución de población de esta especie no puede ser, por tanto, atribuible a la caza. En este aspecto hay que hacer constar que existe veda total en las provincias de Albacete, Burgos, Cádiz, Ciudad Real, Segovia y Zaragoza. Los factores que han influido en la regresión del número de ejemplares son los derivados de la transformación agraria de amplias comarcas que constituían el hábitat natural de esta especie, donde se han implantado nuevos regadíos, se ha intensificado la mecanización en los cultivos de cereales y leguminosas, se han mejorado y creado nuevas vías de comunicación y se ha intensificado el uso de abonos minerales, insecticidas y herbicidas.

Si bien ha disminuido el número total de avutardas y algunas de sus colonias se encuentran hoy amenazadas de extinción, en realidad el contingente español de esta especie sigue siendo importante y en las zonas de mayor abundancia está estabilizado, en parte por la limitación de su caza y por la creación de un gran número de cotos, cuyos propietarios impiden el furtivismo sobre la avutarda.

La avutarda se ve también protegida por la creación de una granja experimental en Cáceres. Allí se encuentran veinte ejemplares para su estudio y se incuban huevos recogidos en el campo que, junto con los de la granja, servirán para la repoblación de la especie en aquellas comarcas que lo precisen.

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