El Pleno del Congreso de hoy se celebrará según los criterios de Landelino Lavilla

La sesión plenaria del Congreso de los Diputados que se celebra esta tarde tendrá como temas fundamentales la designación de la Comisión de Incompatibilidades y la rendición de cuentas del trabajo realizado por la Diputación permanente del Congreso, sin debate sobre el mismo. La reunión de la Mesa del Congreso, que preparó ayer la sesión plenaria, conoció una interpretación del Reglamento, según la cual la exigencia de proporcionalidad respecto a los grupos parlamentarios se salvaría -a falta de que éstos se hayan constituido- con base en las formaciones políticas presentes en la Cámara.

Según la interpretación citada, la Comisión de Incompatibilidades estará formada en razón al número de diputados con que cuenta cada fuerza política. De este modo, aplicando un criterio analógico al exigido para la constitución de los grupos, la Comisión citada quedaría formada por un miembro por cada diez diputados o fracción superior a cinco, permitiendo, también a aquellos partidos que cuenten con cinco diputados -el único caso es el Partido Socialista de Andalucía (PSA)- designar un miembro.Según este cómputo, los 168 diputados de Unión de Centro Democrático (UCD) darían derecho a diecisiete miembros; los121 socialistas, a diez; los veintitrés comunistas, a dos; los nueve de Coalición Democrática, a uno; los ocho de Convergencia i Unió, a otro; los siete del Partido Nacionalista Vasco, a uno más, y los cinco del PSA, a un último miembro de la Comisión. Las restantes minorías, desde Herri Batasuna, que cuenta con tres diputados, así como las demás fuerzas políticas, que sólo cuentan con uno, tendrían que ponerse de acuerdo para la designación de un solo miembro en representación de todos ellos, ya que suman nueve diputados.

Al parecer, el criterio del presidente del Congreso de los Diputados se impuso en la Mesa, y a pesar de que la Oposición -y destacadamente los socialistas- había anunciado su exigencia de un cumplimiento riguroso del Reglamento, no se han producido voces discordantes sobre este tema. El propio Gregorio Peces-Barba (PSOE), que declaró que los socialistas no estarían dispuestos a tolerar una violación de los principios parlamentarios y pidió el cumplimiento de todos los trámites reglamentarios, pareció centrar su impulso en la cuestión de la investidura, aceptando tácitamente el criterio analógico patrocinado por el señor Lavilla. El señor Peces-Barba hizo suyo este criterio para solicitar la reunión de la Junta de Portavoces, «bien en base de los grupos parlamentarios que presumiblemente se van a formar -declaró a Europa Press-, bien en función de las formaciones políticas presentes en la Cámara».

Sobre el segundo de los puntos del orden del día -la rendición de cuentas de la Diputación permanente-, la Mesa acordó que se inicie con una intervención del presidente del mencionado órgano parlamentario, Fernando Alvarez de Miranda. Cada uno de los grupos que formaron parte de la citada Diputación -o sea, todos los de la anterior legislatura-, intervendrá para explicar su actuación, si bien no se tratará de un debate, según explicó el secretario, Víctor Carrascal (UCD), ya que al final del mismo no se producirá votación.

El artículo 78 de la Constitución ha servido de base para esta interpretación que impide el debate, en contra de los deseos reiteradamente expresados por destacados portavoces del principal partido de la Oposición. El artículo citado se limita a señalar que la Diputación permanente dará cuenta a la Cámara «de los asuntos tratados y de sus decisiones».

La Mesa decidió exhortar a todas las fuerzas políticas a constituir, con la mayor brevedad posible, los grupos parlamentarios para un mejor funcionamiento de la Cámara. Aparte de las forma ciones que no tienen problemas reglamentarios para constituirse -UCD y los dos grupos socialistas-, ha formalizado su constitución la Minoría Catalana, gracias al diputado Heribert Barrera, que se sumó al grupo.