Felipe González: "Pienso que los concejales comunistas votarían a Tierno"

«Vota y vota, madrileño, con cabeza / que tu voto es una escoba potencial / y aquí falta un buen servicio de limpieza / que nos deje reluciente la ciudad. » A Enrique Tierno, candidato socialista a la alcaldía de Madrid, a quien el jueves rindieron un homenaje multitudinario en un restaurante intelectuales y artistas, le parece que «está bien este chotis; es pegadizo y sugiere». Pero, ¿usted se siente escoba? «No, yo me siento más barrendero. »

El profesor llegó muy tarde a su homenaje, porque venía de un coloquio con los gitanos del Pan Bendito. Contaba que los gitanos confunden el Ayuntamiento con el Gobierno y, apremiados de realidades urgentes, piden cosas que tiene que dar la Administración. Piden casas, «como si el Ayuntamiento fuera el Ministerio de la Vivienda». A fuerza de carecer de todo, llaman a todas las puertas. « Los gitanos -dice Enrique Tierno- votarán socialista. Los más politizados tienen conciencia clara de que la izquierda está más a su lado que la derecha.»«Vota a Tierno/no seas lila/que si "el foro"/huele mal/él lo ventila.» A Felipe González también le gusta este chotis. Comenta que «es simpático y muy representativo y no. tiene nada de folklórico, sino que dice lo que está ocurriendo».

Ni Tierno ni Felipe han parado de firmar autógrafos en toda la noche. El secretario general del PSOE -«Madrid se metece un alcalde socialista»- dice que todavía no ha asumido demasiado eso de los autógrafos, «pero la cortesía es un bien de la humanidad y no debe perderse». Sobre la campaña electoral, Felipe González comenta que la derecha ha sido capaz de reciclarse cívicamente y de presentar una doble alternativa pretendidamente democrática y eficaz, «cuando esos calificativos no han sido patrimonio de la derecha, que ha gobernado la ciudad durante casi medio siglo y ahí están los resultados». Para él, «o hay un alcalde que siga un sistema de explotación de los intereses populares en beneficio de la oligarquía o hay un alcalde de izquierdas. Y si lo hay, no me cabe duda de que se llamará Tierno».

Pero por allí se comenta que están en el alero los votos del PCE. Y los concejales comunistas, ¿votarían a Enrique Tierno? Felipe González responde: «Pienso que sí, aunque a lo mejor sigo pecando de ingenuo. Y no me importa que añada esta acotación. »

Al homenaje al profesor Tierno, que los intelectuales y artistas convocantes califican de apoyo moral, «por entender que es el único que puede hacer algo por la cultura», asisten Carlos Ollero y Raúl Morodo, Viola, Pablo Serrano, Carmen Díez de Rivera, Carlos Zayas y Massiel, José María Gil Robles, Germán Cobos, y se leen adhesiones de Aranguren, José « Antonio Marabal, María Cuadra, Carmen Conde, Jorge Guillén, Cela y muchos más, como el de Enriqueta Linares, «una señora de 77 años que milita -en el socialismo desde los dieciocho». O ese otro que le aconseja «que siga de intelectual y no se complique con la alcaldía», telegrama que Tierno aplaude mientras sonríe. Lo aplaude porque, en definitiva, él mismo se pregunta después: «.¿Qué hace un profesor en un sitio como éste?» Y tendrá una rápida respuesta: «Hemos de llegar a un momento en que la gente vea un profesor por la calle y se pregunte: ¿Pero qué hace un profesor que no está en un sitio como ése?»

¿Por qué se suma Carlos Ollero a este homenaje a Tierno? Felipe dice que es «por que en el fondo de su corazón es socialista». El ex senador real responde: «Estoy aquí porque tenemos una vinculación entrañable, fraternal e intensísimamente solidaria desde hace unos 36 años. Y no estoy aquí por que Tierno sea candidato a alcalde, pero estoy con ellos consciente y entusiásticamente.

Tierno dijo a los postres que «no pretendemos la alcaldía o la mayoría en el Ayuntamiento para un partido, sino que queremos vernos a nosotros mismos a través de los demás y queremos también que la víctima y el verdugo no empleen nunca el mismo lenguaje: a eso le llamamos lucha de clases». También dijo que «el Ayuntamiento será una orquesta. Y lo que hace falta en una orquesta es que los instrumentos no desafinen. En el caso hipotético de que se ganase, me correspondería la misión de tener la batuta en la mano y de que la partitura no tuviera ni demasiados bemoles ni muy pocos bermles».

El viejo profesor habló de «nosotros, los socialistas marxistas» y muchos le interrumpieron con bravos y aplausos. A Felipe no se le movió ni un músculo.