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ELECCIONES MUNICIPALES

El plan de urbanismo de León, un "regalo" para el nuevo Ayuntamiento

La polémica gestión de la Corporación leonesa, tradicionalmente enfrentada a partidos políticos y asociaciones de Vecinos, va a cerrarse con la aprobación urgente del plan de ordenación urbana de la ciudad antes de las elecciones municipales. Esto ha vuelto a enconar las posturas: de un lado, el Ayuntamiento y UCD con el apoyo de algunos de los grandes propietarios de suelo urbano y del otro, el PSOE, PCE y Coalición Democrática, junto con las asociaciones de vecinos y colegios profesionales, todos los cuales califican de «sospechosa» la urgencia con que el actual alcalde, Oscar Rodríguez Cardet, quiere aprobar el plan antes de ceder su puesto a la Corporación que salga elegida el próximo día 3. La polémica se ha constituido en el «plato fuerte» de la campaña electoral.

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El plan de urbanismo que se pretende aprobar de forma inmediata es, en realidad, una adaptación a la nueva ley del Suelo del plan de ordenación urbana de 1960, que tuvo una vigencia de casi dos décadas y no fue aplicado nunca.El plan obtuvo la aprobación inicial del pleno en junio del pasado año, y estuvo expuesto a información pública durante tres meses, en los cuales se recibieron un total de 167 alegaciones. Tras el período de información pública, el Ayuntamiento introdujo sustanciales modificaciones, y suprimió nueve de los quince polígonos de suelo urbanizable programado. Precisamente, aquéllos sobre los que descansa la dotación de equipamientos y zonas verdes de la ciudad. La medida beneficia a los propietarios de los polígonos restantes que, de esta forma, no tendrán que entrar en el juego de «compensaciones» derivado del reparto de cargas sociales y equipamientos (cuatro de los polígonos suprimidos tenían un índice de aprovechamiento urbanístico «cero», y eran, en gran parte, de propiedad municipal).

Las modificaciones han sorprendido a los partidos políticos, que desconocían por completo el alcance de las mismas al haber sido acordadas en sesiones a puerta cerrada entre el Ayuntamiento y el equipo redactor del plan (PlaNydes, con sede en Madrid). Todos los partidos, a excepción de UCD, han reclamado el derecho a reestudiar el proyecto en la próxima Corporación, y piden la congelación de todos los trámites para evitar que el crecimiento de la ciudad durante los próximos ocho años quede hipotecado y subordinado a intereses especulativos.

Un secreto a voces

A pesar del empeño puesto por el alcalde, señor Rodríguez Cardet, para que la noticia de las modificaciones no trascendiera más allá de un reducido grupo de personas, un periódico local publicó un reportaje sobre el tema en el que se denunciaba la supresión de los polígonos destinados inicialmente a equipamientos colectivos y se daba cuenta de un informe confidencial recientemente distribuido entre los concejales, en el que se resumían tales modificaciones.Un grupo de propietarios de terrenos, preocupados por el cariz que iban tomando las cosas, convocaba una rueda de prensa a modo de balón de oxígeno, para las intenciones del alcalde, exigiendo la aprobación urgente del plan antes de las municipales para evitar el caos urbanístico que, según ellos, supondría la no aprobación del mismo.

Los que ganan

El resultado de las modificaciones introducidas en la redacción inicial del plan es que se ha pasado de una densidad de 33 viviendas por hectárea a más de cincuenta -si bien los propietarios insisten en que se les perjudica notablemente, dado que la ley del Suelo permite hasta 75 viviendas por hectárea-, a la vez que se evita a determinados propietarios de terrenos urbanizables el tener que «compensar» a los menos favorecidos por el plan (entre ellos el propio Ayuntamiento como dueño de numerosos terrenos destinados inicialmente a zona verde).Por el contrario, los propietarios de los polígonos 1, La Palomera, La Lastra y el polígono industrial de la carretera de Vilecha -en la periferia de la ciudad- pasan a duplicar el índice de edificabilidad de sus terrenos. Entre estos últimos figuran los propietarios convocantes de la rueda de prensa arriba citada (Agustín de Celis y Miguel Emilio Alonso), uno de los concejales del actual. Ayuntamiento (Julián Fernández Sánchez), así como el presidente de la Cámara Agraria Local, miembro del Partido Ruralista y conocido por el sobrenombre de el Millonario. El propio alcalde, Oscar Rodríguez Cardet, tiene fuertes intereses en el sector de la construcción como promotor, si bien no aparece entre los primeros propietarios de suelo en el casco urbano de la capital.

Por último, hay que señalar que la aprobación del plan de ordenación urbana de León cuenta con el antecedente próximo de San Andrés del Rabanedo -tercer municipio de la provincia en número de habitantes y limítrofe con la capital, algunos de cuyos barrios le pertenecen-, cuya Corporación aprobó hace apenas un mes su propio plan de urbanismo. En esta ocasión los concejales fueron aprobando «sobre la marcha» cada uno de los proyectos que le presentaba el equipo redactor, presente en el pleno, lo que motivó que los partidos de izquierda reclamaran ante Ha autoridad gubernativa la anulación de los acuerdos. El alcalde de San Andrés del Rabanedo, Manuel Fernández Raimúndez, pretende multiplicar varias veces los terrenos cualificados como urbanos y urbanizables, hasta una población de más de 100.000 habitantes, ocho veces superior a la actual.

En medios relacionados con el urbanismo se teme que tal aprobación desplace a San Andrés del Rabanedo los problemas de especulación del suelo que tradicionalmente padece la capital.

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