"Aravaca debe desgajarse del distrito de Moncloa"

El pasado viernes se celebró en Aravaca un debate-coloquio organizado por la asociación de vecinos al que asistieron dos representantes de UCD: Antonio Vázquez, delegado de acción vecinal, y Juan Torres; Eduardo Mangada, por el PCE y Maite Reig, por MC-OIC. Todos expusieron su programa sobre los diferentes problemas planteados en los barrios de Madrid, pero sin concretar apenas en las soluciones que adoptarían en el caso de Aravaca, barrio de Madrid perteneciente al distrito de Moncloa.Aravaca, a ocho kilómetros del casco urbano, posee una forma de vida parecida a la de un pueblo, aunque se va perdiendo rápidamente desde su anexión a Madrid (hace unos veinte años Aravaca tenía Ayuntamiento propio). Sus vecinos están claramente repartidos en dos núcleos: uno alrededor del casco viejo, y, otro en tomo al cinturón residencial que lo envuelve, formado por clases sociales muy altas agrupadas en diferentes colonias. Ambos núcleos han vivido totalmente separados y con problemas muy diferenciados.

Según los vecinos del casco viejo, existen en Aravaca grandes problemas a los que el Ayuntamiento no ha dado solución, por considerar esa zona privilegiada con respecto a otros barrios. Esto es verdad por lo que respecta a la zona residencial. El pueblo, sin embargo, carece actualmente de servicios públicos, como la enseñanza, los transportes y la sanidad.

Todos los representantes de partidos coincidieron en afirmar que la mejor solución para Aravaca sería su desgajamiento del distrito de Moncloa, convirtiéndose en una delegación municipal. En el coloquio los vecinos denunciaron la creciente especulación existente en Aravaca, asegurando que ya no existían terrenos municipales para equipamientos colectivos y acusaron a los representantes de UCD de hacer caso omiso a las continuas demandas presentadas por los vecinos ante el Ayuntamiento y la Gerencia de Urbanismo sobre la extraña situación de la urbanización Sol y Campo. A pesar de no poseer proyecto de urbanización ni licencia de construcción, los promotores continúan sus obras sin ningún tipo de trabas por parte de la Administración. Ante esta acusación, Juan Torres, de UCD, contestó a los vecinos que la corrupción de algunos funcionarios era un hecho, «pero es muy difícil desterrarlas por los vicios acumulados durante cuarenta años. No se puede reprochar a UCD su existencia». A esta afirmación contestó Eduardo Mangada, del PCE, asegurando que siempre existe una responsabilidad política sobre la corrupción administrativa, y que, si el PCE llegaba al Ayuntamiento, trataría por todos los medios de desterrarla para siempre.