Los socialistas no quieren referéndum en los próximos cuatro años

Gabriel Urralburu, diputado del PSOE por Navarra, se ha declarado en contra de que el próximo Parlamento foral se plantee la cuestión de la integración de Navarra en Euskadi. "Los socialistas llamamos al diálogo a todos los grupos políticos, y pedimos -dijo que ninguno proponga un referéndum para decidir la integración en Euskadi en los próximos cuatro años, a fin de que entre todos podamos hacer de Navarra la primera comunidad autónoma de España".El objetivo que se proponen los socialistas es dotar a Navarra de un parlamento y un gobierno propios, y con una administración que permita presentarla ante el conjunto de los demás pueblos de España como la comunidad política que en el sentido constitucional está más desarrollada.

En unas declaraciones a un diario local, el señor Urralburu ha indicado también que es imprescindible que el Parlamento ade Navarra elabore una propuesta para una nueva ley foral, que deberá ser negociada y pactada con la Administración central para que adquiera rango de ley.

Por todo ello, el señor Urralburu entiende que se abre ahora en Navarra un período constituyente, en el orden interno y externo, que debe estar presidido por la libertad, el sosiego y la paz. «Por eso -afirma-, no sería posible que a la vez que se desarrolla este período constituyente se plantee un referéndum que, en las actuales circunstancias, sólo podría conducirnos a la división y al enfrentamiento.» En opinión del diputado socialista, el referéndum vendría precedido de enfrentarnientos que no facilitarían la construcción de una Navarra democrática.

Estas declaraciones del señor Urralburu contrastan abiertamente con otras efectuadas a EL PAIS en diciembre de 1977, en las que indicaba que «las cotas reales de una autonomía de Navarra aislada serían inferiores a las que podría obtener vinculándose al País Vasco. Desde este prisma, respetando y potenciando sus actuales facultades autonómicas, Navarra puede beneficiarse con la incorporación a instituciones comunes con Alava, Guipúzcoa y Vizcaya». «Si no queremos partir en dos la autonomía de Navarra -decía entonces-, deberá configurarse en torno a estos dos principios: respeto al régimen privativo de Navarra y convergencia en las instituciones autonómicas vascas. »

Ahora, en cambio, el diputado socialista opina que si «después de los cuatro años de período constituyente, y previo acuerdo de las fuerzas representativas, se llega a una posición común en torno a los vínculos de cooperación que puedan mantenerse con el País Vasco, ese sería el momento en que, sin renunciar al régimen foral de Navarra, podría plantearse esa colaboración».

El Ayuntamiento de Pamplona ha contestado, al escrito dirigido por los partidos UCID y UPN (Unión del Pueblo Navarro) en el que pedían a la actual Corporación que no adoptase nueva decisiones que pudieran hipotecar la futura actuación del nuevo Ayuntamiento y erjudicar a los empleados.

Con respecto a la acusación de que, sin la legitimidad moral necesaria, la Corporación estaba procediendo a una reorganización municipal con la creación de nuevas unidades administrativas y las consiguientes plazas de personal, el Ayuntamiento indica que la reestructuración es necesaria. En este sentido, y en relación con la acusación de falta de legitimidiad moral, el escrito del Ayuntamiento, firmado por el concejal Martínez Alegría, manifiesta que la legitimidad moral del Ayuntarniento de Pamplona y otras corporaciones «no es sino consecuencia de la voluntad del partido mayoritario de la nación y, en suma, del Gobierno, que pospuso las elecciones municiapales a las generales en contra de otras opiniones».