García Valdés denuncia que se distorsiona la verdad sobre la cárcel de Soria
Carlos García Valdés, director general de Instituciones Penitenciarias, hizo público ayer un amplio comunicado para precisar las condiciones del régimen interior de la cárcel de Soria. Explica en la nota que «el cinismo demostrado en la invención de acontecimientos imaginarios, la sistemática distorsión de la verdad y la premonición de pretendidas situaciones límite en el interior de la prisión» obligan a estas puntualizaciones. Acusa a familiares de los presos, a gestoras proamnistía y a parlamentarios vascos de producir «una serie de graves, alarmistas y manipuladas notas informativas».
Tras una breve introducción pasa a detallar las condiciones de vida de los internos.Primero. Trasladados los internos al centro penitenciario de Soria se procuró su distribución por galerías, en celdas individuales, satisfactoriamente equipadas, atendiendo a razones de tipo ideológico -ambas ramas de ETA- de vecindad e incluso familiares.
Segundo. El horario que rige es el siguiente: diana a las 8.30; media hora para aseo personal; desayuno a las 9.00; de 9.30 a 10.30 se hace la limpieza general de celdas y departamentos. Desde las 10.30 hasta las 13.00 salen los internos a los tres patios, pudiendo permanecer en sus departamentos, con las puertas abiertas, quienes lo deseen.
A las 13.00 se efectúa el recuento de la comida, la cual tiene lugar a las 14.00. Después pasan los reclusos a sus celdas hasta las 16.00, hora en que de nuevo bajan al patio. A las 18.00 suben a las galerías o a sus celdas, donde permanecen hasta las 20.00, hora en que se reparte la cena. Después, y hasta el cierre de la programación de televisión, permanecen en sus galerías con las puertas de las celdas abiertas. A su término, tiene lugar el recuento de cierre.
Tercero. Las comunicaciones orales se han ampliado a las dos semanales, más otra un domingo de cada tres, todas de media hora de duración, en horarios establecidos de 10.00 a 13.00 horas de la mañana y de 15.00 a 18.00 de la tarde. Del mismo modo, se han autorizado las dos cartas semanales. En cuanto a cacheos antes y después de las comunicaciones se efectúan a nivel de muestreo, pero no de manera sistemática.
Cuarto Con gran frecuencia siguen entrando regularmente en el establecimiento, previo cacheo, un gran número de paquetes para los internos, permaneciendo, asimismo, abierto el economato del centro mañana y tarde, recogiendo un interno los encargos de toda la galería. Se ha concedido, igualmente, la posibilidad de que los propios internos actúen de cocineros.
Quinto. Con carácter de normalidad y gran dedicación funcionan todos los servicios facultativos del centro, así como la posibilidad de estudio en las galerías, estando a disposición de los internos los libros de la biblioteca y el departamento de duchas.
Sexto. Las funciones de vigilancia y control de actividades regimentales las tienen atribuidas los funcionarios de instituciones penitenciarias, quienes en escaso número y con gran dedicación prestan servicio en el interior del establecimiento, apoyados en su labor, por motivos obvios de seguridad, por dos escuadras de la Policía Nacional, que sólo intervienen en supuestos de provocación de incidentes por parte de los internos, limitándose su actuación ordinaria al control de patios, requisas y cacheos personales y de paquetes, o permanecer en discreta vigilancia durante las comunicaciones.
Termina la nota con un párrafo en el que indica que «la Dirección General de Instituciones penitenciarias está convencida de que cualquier mente sensata y equilibrada, a la vista de las actividades regimentalmente transcritas, rechazará los insultantes epítetos dirigidos por familiares, gestoras y parlamentarios al régimen que se desarrolla en el centro de Soria; que combina seguridad con respeto a los derechos humanos, y centro convertido interesadamente por aquéllos en foco de tensión permanente, agudizada de continuo al propagar especies rotundamente falsas y que tan sólo sirven para restar serenidad a este tema e incitar a los propios internos, y a reducidos sectores de la opinión pública, a caer en la trampa tendida».
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