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Asesinado el jefe de la Policía Municipal de Beasaín

El jefe de la Policía Municipal de la localidad guipuzcoana de Beasaín fue asesinado a primeras horas de la mañana de ayer. Nueve balas -de nueve milímetros Parabellum-, disparadas a quemarropa por un comando terrorista, hicieron blanco en el cuerpo de José Miguel Chávarri Isasi, que cayó mortalmente herido sobre la mesa de su propio despacho.

El agente municipal fue sorprendido por sus agresores en el momento en que leía el diario donostiarra La Voz de España, que más tarde sería recogido abierto por la cuarta página y empapado en sangre.La víctima recibió por correo, hace más de tres años, una amenaza de muerte en un papel en el que mediante letras recortadas de titulares de periódicos y revistas se reconstruía el siguiente mensaje: «Vas a morir muy pronto.» Esta técnica hace tiempo fue utilizada en alguna ocasión por ETA. pero el texto recibido por el señor Chávarri y otro compañero suyo no llevaba el sello de la organización armada vasca. En aquel momento, la víctima consultó a diversos sectores sociales y organismos oficiales y, al parecer, se quitó importancia la amenaza por considerar que no era fiable.

José Miguel Chávarri, que ostentaba la graduación de sargento era conocido en algunos sectores del pueblo por sus afinidades ideológicas a los movimientos derechistas pero nunca, que se sepa, participó en actividad política de ningún tipo. Los mismos círculos de Beasain que informan de los juicios políticos emitidos por el señor Chávarri favorables a sectores reaccionarios aseguran que en su profesión de agente municipal era una persona intachable, que se caracterizó siempre por su constante entrega al servicio de la comunidad .

José Miguel Chávarri fichó en su trabajo ayer por la mañana, a las 8.45, y tras subir a la secretaría del Ayuntamiento para pedir los periódicos del día, se encerró en su despacho no sin antes ordenar a un subordinado suyo que se acercase a Correos a por la co rrespondencia. Veinte minutos más tarde las personas que se en contraban en la primera planta oyeron unos ruidos que equivocadamente identificaron como martillazos. El señor Chávarri acababa de morir en una acción terrorista que, según los primeros datos, muy confusos por no haber testigos, fue protagonizada por dos jóvenes que pudieron huir en una moto aparcada junto al Ayuntamiento.

Miguel Chávarri Isasi, de 47 años, natural de Logroño, estaba casado y tenía tres hijos de dieciocho, catorce y cuatro años. Llevaba ejerciendo su profesión en Beasaín más de veintiún años, y hace dos había ascendido de cabo a sargento. Su cuerpo sin vida fue trasladado al cementerio municipal de Beasaín.

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