Berrocal no se ha asociado con Canorea
Diodoro Canorea depositará hoy en la Diputación Provincial de Madrid -se supone- la fianza de 33 millones de pesetas, en cumplimiento de la primera de sus obligaciones como adjudicatario de la plaza de Las Ventas. El día 22 es la fecha prevista para la firma del contrato de arrendamiento y entrega del aval por 161 millones, y antes del 30 ha de pagar la mitad del canon, que asciende a más de ochenta millones. Con independencia de todo esto, derechos de notario, seguro de la plaza, derechos reales, primeras inversiones para la temporada... Muchos millones; algo mareante.En toda esta operación podría intervenir José Luis Martín Berrocal, pero sobre la base de las cuentas claras y la legalidad por delante. Martín Berrocal no se conforma con poner dinero y esperar a que lo negocie Canorca, sino que exige formar una sociedad en regla y que el contrato con la Diputación sea a nombre de la sociedad, lo cual es casi imposible, pues en la subasta del coso la adjudicación se hizo nominalmente a Diodoro Canorea Arquero, y no caben otras modificaciones ni interpretaciones.
Citas pintorescas
Desde la subasta hasta la fecha hubo diversas conversaciones o contactos entre Canorea y Berrocal, algunos de ellos pintorescos. Por ejemplo, hace un par de semanas se citaron en el bar Los Lebreros, de Sevilla, y después de saludarse a la entrada, Canorea desapareció misteriosamente. Al día siguiente se justificaba por teléfono: «Es que, de repente, me puse malo.»
Reapereció el miércoles pasado. Llegó eufórico a la oficina de Martín Berrocal: «Ya tengo resuelta la sociedad Taurina Hispalense, y por tanto, el dinero para entrar en el negocio con vosotros.» Las conversaciones duraron toda la mañana y toda la tarde, y en ellas estuvieron presentes los abogados de ambas partes. El pacto era formar una sociedad con Diodoro Canorea (que, en realidad, representa el dinero de Taurina Hispalense), Victoriano Sayalero (naviero, presidente de INASA) y Martín Berrocal. Cada uno participaría con el 33%.
Perfilada esta fórmula, Canorea pretendía refrendarla por contrato privado, a lo cual se opusieron rotundamente las otras dos partes, que exigían el reconocimiento oficial de la sociedad, la cual debre figurar expresamente como arrendataria de la plaza de Las Ventas. «Si no es con esta claridad y esta legalidad -manifestó a EL PAÍS un representante de Berrocal- no entramos en el negocio de ninguna de las maneras. Los papeles mojados, las maniobras y las medias tintas no nos interesan.»
En la Diputación nos informan que desconocen la existencia de esta sociedad y que sólo cuenta para la Corporación el adjudicatario de la plaza, que es Canorea. Berrocal se marchó el jueves a Estados Unidos y regresará el próximo lunes. El plazo para depositar la fianza le termina hoy a Canorea. Y lo que importa, que es la temporada madrileña, permanece en suspenso. Aún no se sabe cuándo habrá toros en Las Ventas ni quién los organizará en realidad.
