"Congreso de la madurez" del PS portugués
Mario Soares ha dado al IV Congreso del Partido Socialista portugués -el tercero que realiza en la legalidad- el título de «congreso de la madurez», pero para muchos observadores la reunión constituye una prueba crucial para el mayor partido del país. A pesar de la natural expectativa creada alrededor de la estrategia política a adoptar por el PS en el futuro, el ambiente que rodea a los cerca de mil delegados reunidos en Lisboa este fin de semana y a sus cien invitados extranjeros no tiene ninguna relación con el entusiasmo revolucionario de noviembre de 1974 ni con el triunfalismo de diciembre de 1976, cuando los socialistas pensaban gobernar solos y sin alianzas hasta 1980.Apeado brutalmente del poder por dos veces, y a pesar de la grave alteración de la estrategia definida en el congreso de 1976, que significó la coalición con los demócratas-cristianos, el PS se sometió a una «cura de oposición» para «rehacer su imagen » y prepararse para el nuevo ciclo electoral (municipales, legislativas y presidenciales), que se iniciará a fines de este año. Sin éxitos apreciables y acorralados por la amenaza de elecciones anticipadas, los socialistas han tenido que adoptar, frente a la embestida del Gobierno Mota Pinto, una actitud tan moderada que deja al partido comunista el mérito casi exclusivo de la oposición a las medidas más antipopulares del actual ejecutivo. Despojado de casi todas las posiciones que había conquistado en el aparato del Estado y en la información, sin un diario para expresar sus posiciones en clara pérdida de prestigio internacional, el partido de Mario Soares no puede hoy, razonablemente, esperar volver al Gobierno sin una alianza, hacia su derecha, con el Partido Social Demócrata (PSD), o hacia su izquierda, con los comunistas. Por esto, todo el interés suscitado por el congreso recae, precisamente, en la política de alianzas que se podrá deducir de sus conclusiones.
Como nadie espera que el tema sea abordado clara y abiertamente -nunca ningún cambio ha sido aprobado en un congreso-, es a partir de la composición de la comisión política, de 151 miembros, a ser elegida hoy, que los «especialistas» se disponen a vislumbrar el rumbo del PS. Tarea complicada por el hecho de que se prevé la presentación de una lista única, elaborada y propuesta por Mario Soares, confirmado en su papel de dirigente máximo incontestado.
Las tres «sensibilidades»
Ahora que el partido está «purificado» de las principales figuras del ala izquierdista y de la socialdemócrata, el secretario general podrá distribuir los puestos entre los «históricos», los «tecnócratas» y los «soaristas incondicionales». Para los «históricos» de Tito de Morais, después de las concesiones hechas a la derecha, el PS debe perder todo «complejo» en materia de alianzas con la izquierda. Para Sousa Gomes, ex ministro de Hacienda y técnico de méritos reconocidos incluso fuera del partido, «la política de derecha del actual Gobierno» va a provocar «un viraje hacia la izquierda».
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