Democristianos italianos pidieron ayuda a Estados Unidos para frenar al PCI

El periódico radical socialista La Repubblica publicó ayer un amplio informe en el que se revelan los contactos habidos entre personalidades democristianas y la embajada norteamericana en Italia, en los que los políticos de la DC solicitaron ayuda económica a Estados Unidos «para frenar el peligro comunista». Mientras tanto, el republicano Ugo La Malfa inició ayer sus contactos con los partidos políticos para intentar formar gobierno.

El informe publicado por La Reppublica contiene una serie de resúmenes de conversaciones secretas de políticos democristianos con hombres de la embajada y que estos enviaban a Estados Unidos.En estos documentos se revelan las peticiones, incluso de dinero, que políticos democristianos han hecho en estos años a los americanos para «frenar el peligro comunista» en Italia, y también las presiones norteamericanas para que la DC se «mantenga unida y menos corrompida», con el fin de que se convierta en un partido creíble, capaz de evitar la llegada de los comunistas al Gobierno.

En una de estas conversaciones de un «diputado democristiano, íntimo amigo del entonces ministro de Asuntos Exteriores Aldo Moro», con el embajador Wells Stabler el 11 de diciembre de 1970, éste afirma que el diputado le había confiado que para la presidencia de la República nunca había sido elegido el «verdadero» candidato de la Democracia Cristiana y que ante la división interna del partido «pueden ser elegidos en el futuro de los socialistas Pertini o de Martino», y añade textualmente: «Ambos serían desastrosos».

El republicano y «laico» Ugo La Malfa empezó ayer a recibir las delegaciones de los partidos para examinar con ellos las posibilidades que aún puedan existir para recomponer la anterior mayoría parlamentaria alrededor de un rígido programa de gobierno. Toda la prensa sigue diciendo que sería un milagro el que La Malfa logre formar un nuevo Gobierno.

No obstante, se afirma en los medios políticos que algunos grupos democristianos empiezan a temer que este viejo republicano europeísta 100%, antipático, pero que cuenta con la estimación de todos, pudiera dar una sorpresa. El problema es que a la izquierda le gustaría que se rompiera con la tradición de Gobiernos democristianos porque esto podría significar una página nueva en la política italiana.

Pero al mismo tiempo es la izquierda quien más teme la política económica de La Malfa, separada de los intereses de las masas trabajadoras. Fue él el más empedernido defensor, hace unos meses, de la entrada de Italia en el sistema monetario europeo, cuestión que daba miedo a la izquierda.

Por otra parte, La Malfa cuenta con el aprecio de los grupos más conservadores de la Democracia Cristiana; es amigo de los comunistas, pero al mismo tiempo es quizá el «laico» más combatido, y hasta insultado, por los socialistas de Bettino Craxi.

Habrá que esperar algunos días para saber si La Malfa podrá dar tina sorpresa en la política italiana, pero de lo que no cabe duda es que ya ha empezado la campaña electoral. Ayer saltó a la calle la clamorosa noticia de que Bettino Craxi, secretario general del PSI, se había presentado al fiscal jefe de la República de Roma, el magistrado De Matteo, para denunciar oficialmente que un grupo de terroristas estaban preparando un atentado contra su vida. Al parecer se trata de un atentado que delincuentes de

Milán habían preparado por orden de un grupo terrorista. Según Craxi, un coche lleno de armas y con un lanzallamas térmico, encontrado por la policía en Milán, pertenecía a sus presuntos asesinos. El fiscal De Matteo, en dos entrevistas concedidas en la mañana de ayer, una a la radio y otra a la televisión, no quiso responder a la pregunta de los periodistas relativa a por qué no ha sido presentada hasta ahora la denuncia, y no en diciembre, cuando se supo la noticia.

El fiscal afirmó también que otras figuras importantes de la política italiana estaban amenazadas de muerte, pero que sólo Craxi lo había denunciado.