Rafael Calvo traslada su departamento a Asturias

Rafael Calvo Ortega, ministro de Trabajo y candidato número tino de Unión de Centro Democrático (UCD) por Asturias, ha encontrado la fórmula mágica para compatibilizar sus dos tareas: a partir de hoy, miércoles, el departamento del que es titular comienza a funcionar en un hotel de Gijón. El subsecretario y los directores generales viajarán cuantas veces sea necesario a Asturias para despachar con el ministro los temas de Trabajo.

El señor Calvo Ortega, que llegó a esta provincia precedido de fuertes tensiones internas en el partido, se ha instalado en Gijón y permanece cinco días a la semana en la provincia. Su campaña es poco agresiva; según informa el corresponsal de EL PAÍS, José Manuel Vaquero, él mismo ha dicho en muchas ocasiones que no atacará a los líderes de los otros partidos ni a los propios partidos, sino que se limitará a exponer el programa de UCD. Hasta ahora el ministro ha cumplido esta promesa.En la primera fase de la campaña electoral, Rafael Calvo se limitó a participar en reuniones con empresarios y trabajadores y pronunciar algunos mítines, sobre todo en localidades rurales, llenando casi siempre los locales elegidos, no excesivamente grandes. A instancia de alguna de las partes, ha mediado en conflictos laborales. Pero desde hace unos días ha variado el ritmo: los periódicos locales insertan todos los días páginas de publicidad pagadas en las que figura en primer plano una foto suya con la leyenda «Ministro de Trabajo»; se presentó repentinamente en un mitin organizado por su partido en plena zona minera, en Sotrondio, cerca de Sama de Langreo y pronunció también un mitin -el primero de su campaña- en Oviedo. El señor Calvo Ortega acoge las peticiones que se le formulan, pero -dice- todo depende de que siga siendo ministro. Así lo dijo el pasado lunes en la Universidad Laboral de Gijón a propósito de las becas tuteladas y la formación de adultos.

La dirección regional del partido le recomendó que su discurso en la capital de la provincia tuviera un marcado tinte derechista y el señor Calvo hizo caso a sus asesores. deseosos de que UCD reste votos a Coalición Democrática en las próximas elecciones. El ministro insistió una y otra vez en el voto útil y pidió el voto «incluso de los que no están de acuerdo con nosotros» pero quieren un partido fuerte no marxista.

Íñigo Cavero, más tiempo en los aeropuertos que en Palma

Íñigo Cavero, ministro de Educación y candidato número uno de UCD en Baleares, no tiene mucha suerte en su campana electoral: se pasa más tiempo en los aviones de Iberia y en los aeropuertos que en actos electorales organizados por su partido en el archipiélago. Según el corresponsal de EL PAÍS José Antonio Rodríguez, entre los mítines que tiene que dar en las tres islas mayores y las idas y venidas a Madrid para atender los asuntos urgentes de su departamento, el ministro de Educación se ha convertido en un asiduo de las conflictivas salas de espera de los aeropuertos.Pese a todas lal dificultades con que tropieza, el señor Cavero ha participado ya, mediada la campana, en una docena de actos políticos, y en casi todos ellos formula la misma promesa: poner en marcha una auténtica Universidad balear, con la creación de colegios mayores en Palma de Mallorca para los estudiantes de las otras islas. También promete elevar al Gobierno un decreto para la enseñanza bilingüe en el archipiélago.

La asistencia a sus mítines ha mejorado algo desde que empezó la campaña. En el primero que pronunció, el pasado día 7 en el pueblo de Deya, sólo cincuenta personas acudieron a oirle, en un acto celebrado al aire libre.

El señor Cavero encuentra también dificultades por el hecho de no haber nacido en las islas ni conocer el mallorquín. Un grupo de veintitrés sacerdotes elevó en su día una enérgica protesta al presidente del Gobierno por este motivo y los candidatos del PSOE y de Coalición Democrática no dejan pasar una ocasión para recordarlo.