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Elecciones 1979

Carrillo puntualiza a Pílar Brabo sobre el sondeo de EL PAÍS

El secretario general del PCE, Santiago Carrillo, expresó ayer en Avilés dudas respecto a que su partido vaya a dar a conocer los resultados «reales» del sondeo de Sofemasa publicado por EL PAÍS, porque no los tiene, con lo que contradice las declaraciones hechas la víspera, en Oviedo, por la dirigente comunista Piñar Brabo, quien aseguró que este periódico había falsificado los resultados de Sofemasa en perjuicio del PCE y que los comunistas tenían acceso a los resultados reales y que estaban dispuestos a hacerlos públicos.

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Santiago Carrillo afirmó desconocer lo que había querido decir Pilar Brabo. «Deduzco -agregó- que si habló de posible manipulación de los resultados se referiría a que hay unas contradicciones en el sondeo que saltan a la vista, como son que en Castilla y La Mancha los comunistas obtengamos un 9% de votos y en Cataluña un 5%. Esto no tiene sentido. Lo que se puede decir de esta encuesta es que no es fiable. Hemos hecho un juicio político de ella y deducimos que los datos no corresponden a la realidad.»Santiago Carrillo llegó a Avilés con seis horas de retraso sobre el horario previsto, debido a la huelga de celo que mantienen los controladores aéreos. En un coloquio mantenido con los informadores, el secretario general del PCE afirmó -según recoge Efe- que la campaña de estas elecciones se está convirtiendo en un duelo entre dos personajes,

Insistió más adelante en el confusionismo que preside las declaraciones electorales de los políticos: «Así, por ejemplo, el general Prieto y el señor Osorio están diciendo que les encantaría un Gobierno socialista; Suárez propone desarrollar la Constitución con sentido común, y Felipe González llama al voto moderado.»

El señor Carrillo afirmó que una fuerte presencia comunista en el Congreso impulsaría el signo progresista de los trabajos para el desarrollo de la Constitución «y sería una garantía de que el PSOE no se irá a la derecha». Interrogado sobre si el propósito de su partido era erigirse en árbitro de la política española, dijo: «Ese concepto es muy fuerte; nosotros apoyaremos lo que esté bien hecho y manifestaremos nuestra contrariedad en caso opuesto.»

En relación con la posibilidad de que se forme un Gobierno de concentración, el señor Carrillo dijo que ni aun en ese caso él deseaba ocupar una cartera y que, de cualquier forma, su partido no estaría dispuesto a ocupar las de Interior y Trabajo.

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El líder de Comisiones Obreras, Marcelino Camacho, que se encontraba ayer en San Roque (Cádiz), afirmó, por su parte, que Gibraltar es un problema de todos los españoles y «sigue ahí, con bandera extranjera, como prueba de la mala política internacional de Franco y de Suárez, que no han conseguido restituirle a España».

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