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El boicot, una defensa frente a las subastas abusivas

«Alguien ha afirmado en esta sala -dijo Pablo Castellanos, con clara referencia a Ramón Tamames en la última conferencia de la serie "Política y toros", organizada por la peña Andanada- que no hay que socializar la fiesta. Quisiera haber estado aquí en ese momento, para que me explicara ese señor qué en tiende por socializar. El PSOE, por el contrario, sí quiere hacerlo, pues en el ámbito taurino entiende que es hacer que el protagonista de la fiesta lo seamos todos, como integrantes de la sociedad».Hubiera venido muy bien, como colofón del ciclo, una confrontación personal y directa entre los conferenciantes que han participado en el mismo, para debatir éste y otros temas, y quizá algún día lo haga la peña Andanada, que de todas formas ha obtenido un éxito rotundo al conseguir que los partidos políticos mayoritarios se pronuncien sobre la fiesta de los toros.

La postura del PSOE, según Castellanos, es -como ocurre con CD, PCE y UCD- de defensa y promoción. «Los socialistas, que tantas y tantas cosas importantes en la vida del hombre hemos de defender, defendemos también el derecho de los trabajadores a lo lúdico, al descanso, al recreo y a la tradición, todo lo cual conforma la fiesta de los toros, que es una forma de comportamiento en lo creativo y reunión popular.»

Descartado el factor alienante que un día tuvo este espectáculo, cuando las clases obreras literalmente se empeñaban para asistir a la corrida, el conferenciante defendió la tesis de que el fenómeno taurino está firmemente enraizado en el pueblo español, está integrado en sus tradiciones y es componente de su cultura, si entendemos ésta no como erudición universItaria, sino como forma diaria del vivir de un pueblo.

Hizo hincapié Pablo Castellanos en que el PSOE está al lado de los débiles y en cuanto al espectáculo taurino, en consecuencia, al de los peor pagados y que más problemas tienen, como son los subalternos. El matador -dijo- no debe ser empresario de su cuadrilla, pues como tal se enfrenta con quienes le acompañan en el ruedo y deben auxiliarle durante la lidia. Es necesario acabar con los monopolios -añadió-, que, sobre la opresión, que ejercen contra los protagonistas del festejo, suponen la negación del porvenir de la fiesta. Diputaciones y ayuntamientos, so pretexto de acogerse a la teoría del libre mercado, favorecen la consolidación de ese monopolio con su política de subastas de las plazas. Pero ahí está el público, que puede boicotearlas, si la subasta fue abusiva, o denunciar en el juzgado de guardia a quien adjudicó la subasta, si su acto fue ilegal.

Pablo Castellanos insistió en la necesidad de acabar no con los intereses legítimos, sino con los que suponen privilegios y abusos, mediante una reestructuración del espectáculo, que ha sido invadido por el lucro.

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