La Conferencia de Puebla condena la violencia guerrillera
Con el deseo de buscar cambios profundos en la sociedad latinoamericana, que pongan fin a la opresión humana y a las injusticias sociales, terminó ayer, en Puebla (México), la III Conferencia General del Episcopado de América Latina.El documento final, de doscientos folios, aconseja a los sacerdotes que no se comprometan con la política partidista y condena sin paliativos la «violencia terrorista y guerrillera cruel e incontrolable cuando se desata, pues no se justifica el crimen como camino de liberación».
Es en el aspecto de la liberación donde, según fuentes episcopales, se ha producido el último enfrentamiento entre las corrientes progresista y conservadora de la Iglesia católica. Los adeptos al conservadurismo de la curia provocaron una maniobra en la Asamblea para desestimar una frase del documento que hacía mención a la «teología de la liberación».
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