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Hoy se inaugura en la Castellana el museo de esculturas actualizado

Hoy se inaugurará el museo al aire libre del paseo de la Castellana, que cuenta con dos nuevas obras, una de Miró, Mere Ubu, traída de la exposición del artista en París, y la denominada Proyecto para un monumento IV, obra del escultor Palazuelo, que hasta ahora se encontraba depositada en Suiza. La obra de Palazuelo, en acero, fue realizada en 1978, y sus dimensiones son de 2,15, 2, 15 y 1,95 metros.

La escultura de Miró se instaló ayer, y la de Palazuelo, el jueves. Las obras de instalación corrieron a cargo de la Delegación Municipal de Obras, que también se encargó de limpiar el entorno del museo, setos, escaleras, muros, etcétera, que se encontraban muy abandonados. Asimismo se han restaurado algunas de las obras expuestas, que habían sufrido diversos deterioros.El museo de escultura al aire libre del paseo de la Castellana ha sido seleccionado por el Consejo de Europa y la UNESCO, a través del Consejo Internacional de Museos, entre los doce finalistas al Museo del Año, especie de concurso cultural.

Entre los proyectos de ampliación figuran las gestiones que se realizan actualmente para incorporar obras de Giacometti y Moore.

Los reyes de España, don Juan Carlos y doña Sofía, han sido invitados por el Ayuntamiento al acto de la inauguración, aunque se ignora si podrán asistir.

Eusebio Sempere, presidente de la Asociación de Amigos del Museo, declaró ayer al diario Informaciones que existe la intención de añadir a los efectivos del museo un menhir de la Bretaña, como homenaje al arte abstracto.

Desde el jueves, por tanto, son ya quince las obras que forman el museo de la Castellana, y están representados creadores como Alberto, Julio González, Chillida, Pablo Serrano, Palazuelo, Miró, Rueda, Sempere Subirachs, Marcel Martí, Sobrino, Leoz, Gavino, Rivera y Torner.

El museo al aire libre de esculturas no estuvo completo hasta que fue definitivamente suspendida la escultura de Eduardo Chillida Lugar de encuentros bajo el paso elevado de Juan Bravo. Esta obra, censurada por los alcaldes Arias Navarro, García Lomas y De Arespacochaga, fue devuelta a su lugar de origen por el alcalde José Luis Alvarez poco después de tomar posesión como responsable del Ayuntamiento madrileño. Esta decisión hizo alcanzar al señor Alvarez el techo de la popularidad que fue capaz de conseguir entre los madrileños en sus diez meses de mandato. Como consecuencia de la reposición de la obra de Chillida fue donada otra escultura, obra de Joan Miró y, posteriormente, otra de Palazuelo.

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