Los chiitas, un poder económico
El poder económico de la Iglesia chiita no admite comparación la fórtuna de su principal enemigo, el sha, pero su tesorería manejó el pasado año, según estimaciones de la prensa occidental, fondos po importe superior a los quinientos millones de dólares, cifra nada desdeñable cuando se habla de organizar milicias populares.La fuente más importante de ingresos es el impuesto religioso (khom), especie de diezmo que obliga a entregar a la Iglesia una quinta parte de todos los beneficios comerciales y de las transacciones inmobiliarias realizadas con personas de otra religión. La obligatoriedad moral de afrontar este impuesto podría convertirse en legal si Jomeini consigue implantar su república islámica.
Los ingresos por este concepto han aumentado durante el último año a medida que crecía también el protagonismo de la Iglesia chilta en la lucha contra el sha. El semanario francés Le Point calcula que sólo los bazaaries (comerciantes) de Teherán entrega ron el pasado año a la causa chilta unos 320 millones de dólares en concepto de khom.
También suelen ser frecuentes las donaciones de los fieles, al rnargen de este impuesto religioso. Aunque su cuantía es lógicamente muy variable, algunos cálculos cifran este capítulo entre veinte y los cuarenta millones de dólares.
El sha acabó con la subvención
Gracias al khom y a los donativos espontáneos, la Iglesia chiita lia podido superar sin excesivos problemas económicos la retirada de la subvención oficial que el Gobierno del sha le concedía hasta hac dos años por importe de ochenta millones de dólares, con el fin de mantener las mezquitas.
Los fondos de la Iglesia chiita han solido destinarse al manteni miento de ediflicios, escuelas y centros asistenciales, pero a estos capítulos se han sumado más recientemente las ayudas a los huelguistas y familiares de personas muertas durante las manifestaciones contra el sha.
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