Las tarifas de Renfe subirán un 12% en 1979

En el presente año Renfe multipilicará por dos su inversión con respecto al año pasado, para alcanzar la cifra de 42.000 millones de pesetas, de acuerdo con los datos facilitados por Ignacio Bayón, presidente de Renfe, con motivo de la presentación del contrato-programa firmado con el Estado, que es el primero de este tipo que se establece entre el Estado y una empresa pública. El señor Bayón informó también que este año el aumento de tarifas previsto es del 12%.Los 42.000 millones de inversión se destinarán a cercanías, seguridad y tratamiento comercial (13.000 millones), racionalización de la red y tratamiento integral de líneas ( 12.000) y conservación (16.500 millones).

En cuanto al déficit o, si se prefiere, insuficiencia financiera registrado en Renfe en 1978, ascendió a 37.000 millones de pesetas, que se distribuyen entre amortización industrial (8.200 millones), intereses financieros (7.400), déficit en servicios de cercanías (8.000), déficit red secundaria (5.000) y gastos no imputables a la gestión (3.800).

En esta cifra de pérdidas tuvieron una gran influencia, afirmó el señor Bayón, el retraso en la entrada en vigor de nuevas tarifas -3.000 millones-; la desviación de los costes de seguridad social - 1.600 millones-; la desviación en los incrementos de intereses financieros convocada por la situación de tesorería - 120 millones-, y la adquisición de transportes insulares de Tenerife.

En cuanto al déficit previsto para este año, se cifra en 31.000 millones de pesetas, de los que 16.000 se recibirán como subvención por insuficiencia, según las previsiones del proyecto de presupuestos del Estado para este año.

En el contrato-programa Renfe-Estado para 1979 se establece el compromiso de realizar una política de transportes neutral y objetiva por parte del Estado. En el capítulo de igualación de las condiciones de competencia, se hace referencia a puntos concretos que afectan al contrato, entre ellos, el cumplimiento de la legislación de transportes y la igualación de los modos de transporte respecto de las cargas de infraestructura.

En este último punto, Renfe propone la creación de una tasa de infraestructura para la carretera que refleje para este modo de transporte el coste de la infraestructura y la supresión simultánea del canon de coincidencia. En cuanto al transporte aéreo se propone igual tratamiento.

Se propone también la orientación al ferrocarril de ciertos tráficos de mercancías, como las peligrosas, y la orientación a las empresas públicas para realizar sus principales tráficos por ferrocarril.

En cuanto a tráficos pesados y de larga distancia, el contrato establece que se dictarán las disposiciones para fomentar el uso del ferrocarril en los tráficos pesados de materias primas y productos semielaborados de larga distancia.

El señor Bayón resaltó que las obligaciones de servicio público deberán ser compensadas por el organismo que las impone, o, en su caso, se incrementará el presupuesto para poder cubrir estas partidas. Por otro lado, el presidente de Renfe reconoció que es un servicio caro en comparación con otros medios de transporte, cuestión que deberá ser solucionada aplicando tarifas correctas a esos otros medios.