Marruecos quiere mantener abierta la posibilidad de negociación con Argelia
, Marruecos no desea hacer ningún gesto que pueda cerrar la puerta al diálogo y la negociación con Argelia para eliminar la tensión que prevalece en la región, declaró en síntesis a EL PAÍS el ministro marroquí del Exterior, Mohamed Bucetta.
En la entrevista el titular de Exteriores eludió explicitar la posición del Gobierno marroquí ante la mayor parte de los temas de actualidad sobre los cuales fue abordado, en particular la envergadura del ataque polisario contra la ciudad de Tan Tan, las relaciones de Marruecos con Mauritania, la actitud de Francia en la región después del golpe del 10 de julio último en Nuackhott y las posibles repercusiones del reciente congreso del FLN argelino sobre las relaciones Rabat-Argel.
El ministro marroquí calificó la actitud de su Gobierno tras el ataque polisario contra Tan Tan de «gesto de cordura destinado a impedir que caigamos en la trampa que tendían a Marruecos los elementos contrarios al diálogo» entre los dos países. Sin embargo, Mohamed Bucetta consideró prematuro señalar si Rabat va a tomar la iniciativa para proponer ese diálogo, de la misma manera que consideró que aún no es posible anticipar si una entrevista Hassan ll-Chadly será posible, en sustitución del encuentro entre Bumedian y el rey de Marruecos que debía haberse celebrado en Bruselas.
Sin precisar datos en cuanto al ataque contra Tan Tan del Polisario, el ministro marroquí negó que, en todo caso, por su envergadura, ese ataque fuese comparable con el llevado a cabo por el Polisario en mayo de 1977 contra la localidad mauritana de Zuerat. Señaló que los atacantes habían llegado a Tan Tan por grupos desde diversos puntos, pero que este tipo de acción era totalmente imprevisible dadas las características geográficas del terreno y la inmensidad del espacio sahariano en esa zona. «En todo caso -dijo Bucetta-, Tan,Tan demuestra que Marruecos es la parte agredida. »
Críticas a Francia
En los medios oficiosos y políticos de Rabat se critica cada vez más abiertamente la actitud de Francia, y los marroquíes comienzan a culpar a París por la grave situación creada a Marruecos desde el golpe del 10 de julio último en Mauritania, considerado de inspiración francesa. Incluso el diario Al Magrib, órgano del Movimiento Independiente (partido en el poder), parecía poner en tela de juicio, en un editorial de ayer, tanto al intervencionismo subterráneo francés como al «socialimperialismo», bajo cuya calificación parece señalarse a la URSS, Cuba y Argelia.En respuesta a una pregunta sobre las repercusiones de la creciente concentración del esfuerzo militar contra Marruecos desde el alto el fuego en Mauritania el año pasado, Mohamed Bucetta dijo que quería precisar que la posición marroquí de cordura y autolimitación no significaba en modo alguno debilidad ni incapacidad para defender su territorio, sino que es consecuente con la línea adoptada por Rabat de no desperdiciar ninguna posibilidad de dialogar con Argelia para eliminar la tensión entre los dos países y en la región, y sentar las bases para una posible cooperación entre los pueblos marroquí y argelino y no hacer el juego a los extremistas.
En cuanto a si Marruecos cree posible, en las actuales circunstancias, encontrar una solución con Argelia sin contar con el Polisario, el titular de Exteriores marroquí declaró que «todos sabemos cuáles son las fuerzas extrañas que están detrás del llamado Polisario, y quiénes apoyan y arman a esas bandas».
Marruecos no tuvo nada que ver en la matanza del Cruz del Mar
La ausencia de información oficial sobre estos grandes temas de actualidad es hoy patente en Rabat. En lo que a España respecta, las acusaciones del Polisario contra Marruecos a propósito del asesinato de la mayor parte de la tripulación del pesquero español Cruz del Mar frente a las costas saharianas y la ausencia de una respuesta marroquí enérgica dejó en la opinión pública española la sensación de que Marruecos podría estar implicada. EL PAIS solicitó al ministro marroquí si podía decir algo que tranquilizase a este respecto al público español. «Ante todo -declaró Bucetta-, la opinión pública española debe saber bien que ese tipo de actos no forman parte ni del estilo ni de las tradiciones marroquíes. Somos un Estado y no necesitarnos lanzarnos en afirmaciones gratuitas ni respuestas cada vez que se nos haga una acusación demagógica como las que hizo el llamado Polisario en Madrid. Las investigaciones llevadas a cabo por el Gobierno español, los datos aportados por Marruecos y las propias informaciones de prensa publicadas en Las Palmas y en Madrid dejaron claramente establecido que Marruecos no tuvo nada que ver en ese asunto. Somos nosotros quienes nos preauntamos por qué se ha permitido que se nos acuse en Madrid y luego sea enterrado el caso a pesar de los datos y previsiones que posee el Gobierno español.»
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