El presupuesto alemán avala una política de crecimento económico

La República Federal de Alemania contará en 1979 no sólo con el mayor presupuesto de su historia 203.900 millones de marcos (7,7 billones de pesetas), sino también con unas esperanzadoras perspectivas económicas. En esto coinciden Gobierno, institutos de análisis económico y hasta la oposición.

El informe del Gobierno sobre previsiones económicas habla de un crecimiento económico del 4%, otro 4% de paro (unos 920.000 desocupados), un incremento de las inversiones en en el interior hasta un 8%, y, finalmente, un superávit mínimo en el capítulo de comercio exterior. Con respecto a las inversiones, el Gobierno confía en que los grandes consorcios aprovechen la nueva legislación, (en la actualidad están pendientes de decisión tres proyectos de ley) con la que se pretende eliminar barreras burocráticas a la inversión, especialmente en el sector de la construcción, que es el que más sufre la incidencia del paro. Con el fin de crear un clima social más adecuado a lo que el capital sitúa como condición para incrementar inversiones, el sindicato del metal acaba de aceptar en Hessen el posponer a 1983 la reivindicación de la demanda de 35 horas dejornada semanal. Queda la respuesta definitiva de la patronal, pero su presidente ha considerado peligroso el hecho de que los sindicatos no hayan renunciado definitivamente a esta aspiración. El año, no obstante, se presenta difícil, y por ello el capítulo presupuestario mejor dotado (46.500 millones de marcos, 10.000 más que el segundo, el de defensa), es el destinado a «trabajo y situación social».El Gobierno y los expertos condicionan sus perspectivas estabilizadoras a que no se produzcan nuevas alteraciones serias en el campo monetario (y, por ello, Bonn insistirá en la necesidad del nuevo Sistema Monetario Europeo), a que los productos alemanes encuentren en el exterior menos barreras-, se insistirá asimismo en la necesidad de eliminar el proteccionismo de los otros países, y a que la crisis de Irán no signifique un nuevo problema de aprovisionamiento de petróleo. En el mejor de los casos, la RFA puede contar con un 3% de inflación en 1979, 0,4% más que el año pasado.

En suma, la economía alemana se reafirma al comienzo de este año en la línea del crecimiento económico, que marcará la pauta también en las relaciones laborales. Según el ministro de finanzas, Hans Matthoefer, este año no habrá nuevas reducciones impositivas.

La alternativa económica elegida por el Gobierno de la República Federal ha sido esperada con expectación en los medios occidentales, especialmente entre los dirigentes de la Comunidad Económica Europea, por los efectos derivados que la economía alemana genera sobre los restantes ocho países del Mercado Común. En la última cumbre de los siete ricos, reunida precisamente en Bonn en julio de 1977, uno de los temas más planteados fue la necesidad de que la RF de Alemania abandonara sus excesivas precauciones antiinflacionarias y adoptara un criterio más expansivo.