"Pravda" acusa a los ultras "de toda índole" de obstaculizar la democratización

Sin mencionar el nombre de ninguna organización terrorista, el diario Pravda ha acusado ayer duramente a «los extremistas de toda índole» y a «los ultras», de obstaculizar las elecciones españolas «con ayuda del terror». El diario soviético, después de, hacer diversos elogios al Ejército, considera que en la España actual las tentativas para impedir la democratización del país son poco viables.

El comentario se publica pocos días después de la estancia del ministro español de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, en Moscú, donde hizo una clara condena del terrorismo, mención que no fue recogida por los medios soviéticos de información, ni tampoco fue reflejada en el comunicado conjunto.El periódico analiza «la situación política tensa que vive España de cara a las elecciones», y recuerda que el año pasado «los extremistas de toda índole» intentaron obstaculizar las elecciones. Después de señalar que en esta ocasión los terroristas concentran los golpes en el Ejército «y sobre todo en los oficiales», acusa directamente a quienes considera culpables de la desestabilización: «Estos acontecimientos no son casuales. Basta recordar la derrota de los ultra en las elecciones parlamentarias y en el referéndum de la Constitución.»

Pravda subraya que los objetivos son dos: por un lado, minar la confianza del pueblo en la capacidad de las instituciones estatales de controlar la situación política y, por otra parte, «obligar al Ejército a tomar el poder y establecer el orden en el país». Y hace una referencia a la. declaración del Consejo General Vasco: «Es una tentativa evidente de ciertas personas que con actos de terror tratan de provocar un golpe de estado.» Dentro de la ambigüedad en relación con las significaciones políticas de «los extremistas y ultras», esta cita de representantes vascos no parece casual.

El diario soviético matiza, más adelante, que «estas tentativas en la España de hoy son poco viables. La mayoría de los españoles está por la democratización. Los partidos democráticos y los sindicatos movilizan las masas para resistir la reacción y el mismo Ejército y sus dirigentes conservan la fidelidad al poder existente». El comentarista, Nikolai Nikolayev, asegura que la opinión pública española se ha puesto en guardia ante estas provocaciones, «ya que nadie mejor que los españoles -termina- saben adonde pueden llevarles estas acciones, pues la noche oscura de la dictadura no hace mucho que la consideran noche pasada».