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El metal de Madrid inicia una huelga de cuarenta y ocho horas

Los 180.000 trabajadores del sector del metal de Madrid han vuelto a ser convocados a partir de hoy y por espacio de 48 horas a una huelga general. CCOO y UGT, las centrales que negocian el convenio provincial, han mantenido el llamamiento, realizado a finales de la última semana, al no producirse variaciones sensibles en la postura de los empresarios en la sesión deliberadora que mantuvieron ayer.

La patronal del sector, la Asociación de Empresarios del Comercio y la Industria del Metal de Madrid (ACEIM), se presentó ayer a las deliberaciones con un proyecto de convenio muy elaborado en el que se había eliminado el tema de los aumentos salariales. Con anterioridad la patronal ofreció incrementos salariales del 9 %. La sesión negociadora estudió, sin llegar a ningún acuerdo, el tema de la productividad.Las negociaciones, que se iniciaron hace veinte días y se están llevando con gran cohesión y firmeza por ambas partes, se han dividido en cinco bloques relativos al fomento de empleo, la productividad, las relaciones sindicales, temas de tipo social (vacaciones entre otros) y temas económicos. En el bloque relativo al fomento de empleo, la patronal, entre otras medidas, estaría dispuesta a aceptar un plan de jubilaciones anticipadas desde los 63 a los 65 años con el compromiso de cubrir los puestos vacantes. Sobre los expedientes de crisis también existe un principio de acuerdo, en tanto que la reducción de jornada podría negociarse en función de la supresión del plus de toxicidad.

Los temas referentes a derechos sindicales y flexibilidad de plantillas podrían ser trasferidos a otras negociaciones fuera de convenio, lo que convierte a los temas salariales y el relativo a productividad como los verdaderos obstáculos que impiden hasta el momento llegar a un acuerdo. La patronal, en materia salarial, ofreció en las últimas reuniones de negociación aumentar el incremento del 9 % en cinco puntos más a cambio de que se aceptasen ciertas medidas de productividad. Una de ellas sería la jornada partida, que eliminaría el denominado cuarto de hora del bocadillo y que, según la patronal, supondría crear puestos de trabajo -que es lo que proponen las centrales- al impedir el pluriempleo. Las centrales sindicales, CCOO y UGT, reivindican aumentos de 5.500 y 6.000 pesetas, respectivamente. La última postura de la patronal de abstenerse en adelantar nuevos incrementos salariales en la negociación podría no ser ajena al temor de que, en caso de laudo, se consolidaría esta oferta.

Las negociaciones no se han roto y el próximo jueves, en plena huelga, volverán a reunirse las partes. Los sindicatos anuncian su intención de programar nuevos paros de no llegarse a un acuerdo, y en numerosas empresas se ha hecho un llamamiento de apoyo a los partidos obreros.

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