La tasa de actividad de la población española es inferior a la de 1955
La tasa de actividad de la población española ha experimentado un continuo descenso desde el año 1955, según el el estudio sobre la renta nacional de España y su distribución provincial en el período comprendido entre 1955 y 1975, que acaba de editar el Banco de Bilbao, en un trabajo de recopilación de los estudios bianuales que viene haciendo desde el primero de los años indicados, es decir, desde hace veinte años.
En 1955, 41 españoles de cada cien trabajaba, pero veinte años más tarde lo hacían solamente 37,5 de cada cien. Incluso el fuerte aumento del número de parados no ha influido sobre esta evolución de forma apreciable. Según el estudio del banco, este descenso se debe al vertiginoso descenso de la población activa agrícola, población que no siempre encuentra ocupación en otros sectores productivos, al adelantamiento de las edades de jubilación, al retraso en la edad de incorporación de los jóvenes a la condición de activos, a la baja tasa de ocupación de la población femenina y a que la emigración al extranjero ha continuado a buen ritmo hasta el año 1973. Como consecuencia de este descenso en la tasa de actividad y del aumento del paro, especialmente a partir del año 1971, las tasas anuales de crecimiento de la población ocupada se sitúan bastante por debajo del 1% anual, para pasar a tasas negativas en 1972.En los veinte años analizados, la tasa anual de crecimiento de la población ha sido diferente según se contemplen dos períodos bien diferenciados de tiempo. Hasta el año 1962, la población aumentó a un ritmo anual inferior al 1% y a partir de dicho año, la tasa de crecimiento ha estado siempre por encima de dicho porcentaje, alcanzando incluso tasas más fuertes en los dos últimos años analizados en el estudio, en 1974 y en 1975, cercanas al 1,40%. Gracias a esta aceleración demográfica, el aumento medio anual de la población española en los veinte últimos años ha sido del 1,04% y en los cinco últimos años (entre 1970 y 1975) ha sido del 1,24%.
En cuanto a la población activa, alcanzó su máximo nivel en el año 1973, con 13,4 millones de personas. En el año de partida, es decir, en 1955, la población activa era de casi doce millones de personas. La tasa anual de aumento se ha situado en el 0,56% de media durante los veinte últimos años y el período más dinámico, con mayor crecimiento anual en términos relativos, ha sido el comprendido entre los años 1965 y 1970.
Según el estudio del Banco de Bilbao, estos datos muestran la gravedad que entraña el problema español del empleo. Para alcanzar un nivel de ocupación del 38% de la población tendrían que emplearse un millón de personas más, equivalente al 7,9% de la población ocupada. Para absorber tal cifra, la ocupación en el período de cinco años tendría que aumentar el empleo a razón de un 2,6% anual, lo que equivale a 328.000 puestos de trabajo anuales.
También la distribución sectorial de la población activa ha experimentado cambios notables, con retroceso del sector agrario en estos veinte últimos anos y aumento de los empleos en el sector servicios. La población agrícola representaba en 1955 el 46,05,71 de la población activa total, pasando a sólo el 23% en 1975, con un descenso medio anual del 2,88% en los veinte años analizados. La población activa industrial representaba en 1955 el 21,63% del total y en 1975 el 27,42%, con un aumento medio anual del 1,76% en el período de estos veinte años. El sector de la construcción pasó de ocupar el 6,45% al 10,39% en el mismo lapso de tiempo, con un crecimiento medio anual del 2,99%. Y, finalmente, el sector de los servicios daba empleo en 1955 al 25,87% de la población activa total, pasando al 39,19% en 1975, con aumento medio anual del 2,67%.
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