Huelga general de mujeres en Italia

Por primera vez en Italia, las mujeres fueron convocadas ayer a una huelga general, mientras en las caffies de las. principales ciudades italianas tuvieron lugar manifestaciones organizadas por sindicatos, feministas y grupos de base estudiantiles. Este movimiento ha surgido en señal de protesta hacia el atentado fascista contra la emisora Radio Ciudad Futura, autogestionada por mujeres militantes de la Nueva Izquierda, cuando estaba en antena un programa sobre los anticonceptivos. Por su parte, el papa Juan Pablo II exaltó la dignidad de la mujer y, especialmente, de la maternidad.

Durante todo el día de ayer, Roma estuvo cruzada en todas direcciones por manifestaciones contra el atentado a la citada emisora, que ha sido reivindicado por un comando fascista y despertado indignación en toda Italia.Una de las cinco mujeres heridas en el atentado sigue en estado muy grave. Según se ha sabido ayer, no se trata de una locutora, sino de una obrera, madre de familia, invitada al programa para hablar de los anticonceptivos. Cuando esta mujer era trasladada al hospital, dijo a los enfermeros: «Por favor, no le digáis a mi marido que estaba hablando en la radio; decidle que me dispararon en la calle cuando estaba haciendo la compra.»

El llamamiento a la huelga general de «todas las mujeres, incluso de las que trabajan solas en casa en trabajos domésticos», va dirigido contra la violencia fascista de las armas y también «contra la otra violencia»: aquella de que es objeto la mujer que por el mero hecho de participar en la vida pública teme represalias del marido y participa a escondidas en un programa de radio.

Esta huelga de las mujeres italianas se produce cuando sigue de lleno la polémica sobre el problema del aborto, que ha puesto sobre el tapete la cuestión de las relaciones entre la Iglesia y el Estado. Los laicos han acusado a la Iglesia de «injerencia en los asuntos del Estado», a raíz de las críticas vaticanas contra la ley del Aborto aprobada por.el Parlamento italiano. La Iglesia, por su parte, defiende el derecho de cardenales, obispos y sacerdotes a «criticar leyes injustas» en tanto meros ciudadanos del Estado.

También los grupos feministas han entrado en la polémica y han acusado a los obispos de «violencia contra las mujeres», al exhibir la amenaza de excomunión contra quienes aborten.

El Papa, ayer, ha arrimado el agua a su molino. Mientras en toda Italia las mujeres estaban en pie de guerra contra la «agresión fascista» cometida contra cinco mujeres, Juan Pablo II exaltó la dignidad de la mujer, pero sobre todo la «maternidad».

Recrudecimiento de la violencia

Mientras tanto, en la capital italiana prosigue la violencia. Un joven de extrema derecha resultó anoche muerto en un tiroteo con la policía; una sede del Partido Comunista italiano, en el centro de la capital italiana, fue destruida al estallar una bomba, y un artefacto explosivo provocó rotura de cristales en el periódico Il Messaggero, de Roma.

Ante esta situación, los socialistas han planteado una interpelación parlamentaria al ministro del Interior sobre el recrudecimiento de la violencia fascista.