Los presos vascos recluidos en Soria afirman que viven en permanente tensión

Familiares de presos de ETA, recientemente trasladados a la prisión de Soria, mostraron ayer, en rueda de prensa celebrada en Bilbao, su desacuerdo con las opiníones expresadas la víspera por el director general de Instituciones Penitenciarias, Carlos García Valdés, sobre la legalidad de la medida del traslado. Los familiares, que facilitaron a los periodistas un documento redactado en los últimos días por los presos de Soria, en el que éstos denuncian la existencia de un clima de «permanente tensión y nerviosismo creado en el interior de la cárcel por la presencia constante de miembros de las fuerzas de orden público armados con metralletas», llaman la atención sobre «los acontecimientos en que la permanencia de este clima podría degenerar».Tras diversas gestiones de los familiares, el director del departamento de Derechos Humanos del Consejo General Vasco. José Ramón Recalde, se entrevistó el lunes con Carlos García Valdés, de quien solicitó permiso para visitar personalmente la prisión de Soria. Según revelaron los familiares, el señor Recalde había puesto como condición para realizar dicha visita que los propios presos estuvieran dispuestos a admitir su presencia. Precisamente el mismo lunes, un grupo de familiares de presos vascos se dirigió al CGV, solicitando del organismo preautonómico que disolviera su departamento de Derechos Humanos por «incompetente, parcial y en ninguna forma representativo del pensar del pueblo vasco». La nota respondía al comunicado emitido el pasado domingo por el mencionado departamento, que calificaba la actividad armada de ETA «no como violencia revolucionaria, sino como una cadena de crímenes».

En otro orden de cosas, los siete partidos que, junto con la central sindical LAB, convocaron una manifestación para el sábado, día 13, por la vuelta de los presos vascos a Euskadi, por la amnistía total y por la derogación de los quince puntos de Martín Villa y la ley Antiterrorista, comunicaron ayer que todavía no se había recibido la autorización solicitada del Gobierno Civil. «No obstante -añadieron-, esperamos que no haya problemas.»